Lo metrosexual es pasado, ahora ellos optan por la barba tupida, supuestamente desparpajada, camisas a cuadros y botas. Entre los varios exponentes destacan Ryan Gosling, Robert Pattinson y Jared Leto.
Aquel hombre extremadamente pulcro, que rinde homenaje al cuerpo y la piel, y que por ningún motivos se atreve a salir con un cabello fuera de su lugar, conocidos desde la década de los 90 como metrosexuales, están quedando en el pasado, porque el gremio masculino —aunque a veces lo niegue—, busca nuevas formas de expresión y de implantar moda, y lo de ahora es verlos asaltar las calles con tupidas barbas, cabellera más larga y libre, camisas a cuadros, botas todo terreno y una mochila o morral al hombro, exactamente cual leñadores y es así como se denominan: lumbersexuales.
El origen de este peculiar nombre sería de lumberjack (leñador); lumber en inglés es leña. Este nuevo grupo ha asaltado al medio artístico y deportivo nacional e internacional; ya existen varios exponentes como Ryan Gosling, Robert Pattinson, Jared Leto. En México, debemos recordar a Jorge Poza, Erick Elías, y en el ámbito futbolístico a Eric Cantona.
Esta nueva tendencia surgió como contraparte de los metrosexuales, que en muchos sentidos ya competían con las mujeres en cuanto a los cuidados extremos de la piel, cabello, atuendo y, en general, a la apariencia.
Hoy el lumbersexual pretende ser más libre y, hasta cierto punto, rudo. Se supone que no se preocupa por su apariencia, que es más práctico y natural, al menos eso es lo que quiere transmitir con esa imagen de barba larga que muchos pensarían que crece sin ton ni son y de manera desparpajada.
Nada más lejos de la realidad, aunque efectivamente los lumbersexuales aparentemente son más desenfadados, la verdad es que tener y mantener ese look implica mucho trabajo, productos de belleza, sesiones en barberías, tiempo y dinero, porque hay que mantener ese vello facial libre y salvaje, pero con cierta armonía.
Esta nueva tribu apareció recientemente en Nueva York y Los Ángeles, y se le relaciona con profesiones que tienen que ver con el arte, aunque ahora ya es común ver a empresarios con este look, además hay que recordar que a lo largo de la historia la barba larga remite a hombres sabios o con poder.
En fin, estos nuevos lumbersexuales tienen varios grados de llevar la barba que es el elemento primordial de esta moda.
Están las sombreadas, que es la de tres días, es decir, no es tan larga, pero sí se nota su presencia en el rostro.
Le sigue la barba tupida, que es la que ya oscurece el rostro del hombre, e incluso se ve hasta ‘acolchonada’ y, finalmente, está la barba de largo trayecto, que es la que inclusive puede ocultar el cuello. La elección del tipo de barba depende del gusto y de la paciencia para cuidarla.
Como hemos visto el vello facial es la estrella de esta tendencia en la moda, sin embargo, es también cierto que no todos los hombres tienen la fortuna de tener una barba tupida y resulta que les crece en unos lados más que en otros, o de plano son totalmente lampiños.
Pues para este problema también hay solución: todos pueden pertenecer a estos lumbersexuales, claro está si es que en sus ahorros tienen alrededor de US$8 mil para someterse a un trasplante de barba.
Suena increíble, pero la realidad es que actualmente este procedimiento que surgió en el Reino Unido, cuando el doctor Bassam Farjo, en 1996, trasplantó barba a un paciente que había sufrido quemaduras severas, es ahora un recurso de los hombres que quieren estar a la moda.
“Al principio empezó como un servicio para aquellos que querían ocultar cicatrices, pero últimamente cada vez más hombres llegan por una mera cuestión de moda”, comentó el galeno al portal BBC Mundo.
Esta operación requiere alrededor de siete horas de intervención y se echa mano del cabello de la cabeza para implantarlo en la barba, y aunque el vello que sale naturalmente en la cara es diferente al pelo, a simple vista funciona bastante bien.
El precio de este transplante puede bajar considerablemente a dos mil o tres mil dólares si lo que se requiere es solamente cubrir los sitios del rostro en el que no sale la barba.
En fin, los leñadores sexies son ahora los que están tomando la escena de la moda, incluso metrosexuales célebres como David Beckham, han adoptado esta tendencia, que cada día tiene más adeptos.