Para Andrés Barreto, emprendedor e inversionista colombiano, una idea que funciona en otro país no necesariamente es garantía de éxito en el nuestro y, aunque esto suceda, toma más tiempo, dinero y genera menores ingresos.
Eleconomista.com.mx. La tropicalización de modelos de negocios es el error más recurrente que cometen los emprendedores latinoamericanos. Para Andrés Barreto, emprendedor e inversionista colombiano, una idea que funciona en otro país no necesariamente es garantía de éxito en el nuestro y, aunque esto suceda, toma más tiempo, dinero y genera menores ingresos.
“Si se busca la manera más costosa y más difícil de hacer menos dinero, es adoptar una idea, porque tropicalizarla no es suficiente, tienes que resolver problemas de bancarización, monopolios, oligopolios, burocracia, corrupción, falta de infraestructura, falta de tarjetas de crédito, lo que no es un problema tecnológico, sino social (…) Para mí es más fácil cruzar la frontera en México, llegar a Silicon Valley, aprender inglés, aprender a programar y competirle a Uber en Estados Unidos que hacer el clon de Uber en México”, sostiene.
El joven de 28 años, con una década de experiencia en el ecosistema emprendedor e inversionista de América Latina y Estados Unidos, describe otro inconveniente que impide la consolidación de las startups en la región, y es la idea de no apostar a lo grande:
“Yo me pregunto, si todo el petróleo que se extrae de México no es para los mexicanos, sino para vendérselo a Estados Unidos; todo el cobre que se extrae de Chile no es para los chilenos, es para exportarlo; todo el café que se extrae de Colombia, no es para vendérselo a los colombianos, sino para exportarlo, ¿por qué con el software y la innovación sólo pensamos en venderlo de manera local?”.
Para fundador de Grooveshark, compañía de búsqueda de música en línea, es tiempo de que los emprendedores de la región comprendan que se puede innovar desde un país para vender a otros, empezando por Estados Unidos, que es un mercado grande y con dinero.
Deben entender que “es más fácil ingresar al mercado estadounidense y ser el número uno allí, para después serlo en Europa, Asia y finalmente ser el número uno en América Latina; este proceso es más corto y más barato respecto a si el emprendedor decide empezar en su propio país”, asevera.
Andrés Barreto trata de recordar, pero “en el mundo de la tecnología no hay casos de empresas que se hayan vuelto número uno en su país y luego en las demás regiones; sin embargo, si hay empresas que se vuelven número uno en Estados Unidos, Europa, Asia y luego América Latina. Un ejemplo es 3DRobotics de Jordi Muñoz, que si vende en México, pero su principal mercado está en Estados Unidos”.
Financiamiento, ¿un problema?
En la opinión del también creador de Socialatom Group, empresa que busca unir a todas las compañías de tecnología en el mundo, en América Latina no existe un problema de falta de inversión, “claro, siempre y cuando tu producto sea para Estados Unidos”.
La diferencia entre un emprendedor de Estados Unidos y un emprendedor de América Latina, según Andrés Barreto, es que el primero levanta 2.5 millones de dólares en 10 días, mientras que al segundo le toma nueve meses desde que se reúne con el inversionista hasta que tiene dinero en su cuenta. La diferencia: los mercados.
- Entonces ¿qué sucede con los inversionistas en América Latina?
En la región hay dos tipos de inversionistas, los malos y los buenos; los primeros son aquellos que te piden resultados inmediatos, una rentabilidad, te preguntan cuándo es que les devuelves el dinero. Mientras que el buen inversionista es el que invierte para tener muchos retornos a largo plazo, para que siete años después la empresa por la que apostó tenga una valuación 40 veces superior a la que tiene hoy día, incluso 100 veces mayor.
El problema es que los inversionistas latinoamericanos creen que solamente compiten contra otros fondos de la región o de su país, lo que pocos se dan cuenta es que los mejores emprendedores –los que dan los retornos financieros más altos– no buscan recursos en América Latina, sino que acceden a inversionistas de Estados Unidos.
Entonces, el buen emprendedor siempre va a querer trabajar con el buen inversionista, y viceversa y, lastimosamente, el buen inversionista no incluye al latinoamericano.
- ¿Qué se requiere para levantar capital?
No hay una fórmula secreta para esto, es sólo trabajo, pero te hace la vida mucho más fácil si ya cuentas con un equipo, no tiene que ser con experiencia pero sí que haya demostrado ser capaz de ejecutar -teniendo un producto en el mercado-.
Lo que muchos emprendedores no entienden es que no hay que levantar inversión para hacerte realidad como empresa, sino que ya existo y necesito dinero para que me vaya bien en menor tiempo, pero no buscar dinero para existir o sobrevivir.
Lo más importante es que la compañía tenga una tasa de crecimiento exponencial, pasar de tener en la primera semana de cinco clientes a 10 a la segunda, a la tercera 40 y a la cuarta 100; no una línea, sino una curva.
Empresas de alto impacto, el cambio
Su experiencia de una década como emprendedor e inversionista le permite a Andrés Barreto tomar postura y expresar que debido a la dependencia de la exportación de materias primas, los países de América Latina no van a poder desarrollarse: “lo peor que le pudo pasar a nuestros países es haber tenido petróleo o riqueza natural, porque eso genera inequidad”.
Sin embargo, su semblante se transforma al mencionar que el cambio en la economía se puede hacer a través de la exportación del conocimiento; “por ejemplo, México es el país número uno en creación de ingenieros y en exportación a Silicon Valley (…) contamos con las mentes y el talento humano, falta explotarlo para crear productos globales que lideren la revolución digital”, sostiene.
- Finalmente, ¿qué falta para impulsar el ecosistema emprendedor en AL?
No creo que falte mucho o más bien nada, es más seguir remando en la dirección que vamos, vamos bien. Pero hay una incógnita, hemos tenido éxito con muchas empresas de productos globales que levantan mucho capital, ¿será que podemos continuar este ritmo de crecimiento con la base de ingeniería que tenemos? Creo que toca formar más ingenieros y los que ya tienen experiencia que trabajen para startups y no solamente maquilando software; así ellos se van a encargar de entrenar a los que llegan para mantener esta tasa de crecimiento que estamos teniendo actualmente; eso sería lo que nos falta, asegurar que podamos mantener este crecimiento.
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