Se trata de un anticuerpo que ataca las proteínas que formas las placas amiloides que generan la enfermedad en el cerebro.
Deutsche Welle. Un nuevo tratamiento del Alzheimer genera esperanzas, gracias a que reduce los depósitos característicos de proteínas que aparecen en el cerebro de las víctimas de ese mal. Con este nuevo tratamiento, el deterioro progresivo de las capacidades mentales parece disminuir, afirman los investigadores suizos y estadounidenses en la revista Nature.
En el estudio clínico participaron 165 pacientes de Alzheimer, incluidas las personas de un grupo placebo, o sea aquellas a las que no se le administró el medicamento real sino píldoras inactivas. Al grupo mayor se le administró, una vez al mes, el anticuerpo Aducanumab. Este anticuerpo ataca las proteínas típicas de Alzheimer y las degrada.
Mucho antes de que los pacientes muestren síntomas típicos del síndrome de Alzheimer, como pérdida de la memoria, trastornos del habla y el raciocinio, en el cerebro se acumulan fragmentos de ciertas proteínas, que los expertos llaman placas amiloides. Específicamente, placas amiloide beta.
¿La fórmula para detener la pérdida de la memoria?
Después de un año de tratamiento se pudo demostrar que en el cerebro de los pacientes del grupo que recibió la medicina, dichas placas se redujeron de manera significativa. Además, el rendimiento cognitivo de dichos pacientes se redujo en mucho menor grado que en los pacientes con placebo. El efecto positivo en las habilidades cognitivas debe, sin embargo, ser examinado con más detalle, advierten los investigadores.
Los científicos confirmaron, de todos modos, la “hipótesis de la amiloide”, justificando el desarrollo del anticuerpo para el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer. ¿Es esta la terapia contra el Alzheimer, que estábamos esperando? “Ya en ensayos anteriores había sido posible retirar las placas de residuos de proteínas, pero no se había logrado que los pacientes recuperaran la memoria, o por lo menos que su pérdida no avanzara, dijo a DW Christian Haass, del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas (DZNE), que no participó en el estudio en cuestión.
Gran avance, aunque falta mucho
Así que la gran diferencia, según Haass, es que esta vez se pudo evidenciar que “la reducción de los dañinos depósitos de proteínas en el cerebro está fuertemente relacionada con la reversión de la pérdida de la memoria”. Y la recuperación de la memoria es, desde luego, el principal objetivo de cualquier tratamiento del Alzheimer. O, por lo menos, la estabilización de su pérdida.
A juicio del experto del Centro Alemán para Enfermedades Neurodegenerativas este es “un avance muy, muy grande”, porque ha quedado demostrado que una terapia con anticuerpos es efectiva y se puede preservar la memoria. Sin embargo, según Christian Haass, químico especializado en bioquímica metabólica y neurociencias, “sería demasiado apresurado decir que se superó el último escollo en la lucha contra el mal de la memoria”, y concluye que “lo cierto es que, esta es la primera vez en que, definitivamente, el tratamiento con anticuerpos sí tiene efectos positivos en el cerebro y la memoria de los pacientes de Alzheimer”.