Frente a la creciente contaminación de las grandes ciudades, este componente presente en diferentes productos, ayuda a mantener un rostro sano.
Muchas ciudades atraviesan por una crisis medioambiental que pone en riesgo la salud y calidad de vida de sus habitantes. Esta contaminación afecta la salud de varias zonas del cuerpo, incluido la piel. Este, es uno de los factores que mayor relación tiene con su deterioro, pues la piel absorbe las partículas tóxicas que circulan, sin darnos cuenta, por el aire. Lo que genera una alteración en el funcionamiento celular del órgano.
La exposición prolongada a la polución y al sol puede provocar, desde arrugas, inflamación, manchas, resequedad hasta el empeoramiento de condiciones dermatológicas como el acné o la aparición de cáncer. Las partículas que viajan por el aire son tan pequeñas que pueden penetrar fácilmente en la piel generando una serie de problemas que se manifiestan en una dermis opaca y áspera.
La forma más sencilla y efectiva de prevenir el daño de la polución es lavar con frecuencia la piel del rostro, que es una de las zonas más expuestas y sensibles para liberarla de las partículas de suciedad, grasas y maquillaje que la hacen parecer poco saludable. Lo recomendable es usar productos de limpieza cada vez más efectivos y que al tiempo sean suaves con la piel, como las aguas micelares, que son ideales para limpiar, dejar la piel fresca y tonificada, sin irritarla ni lastimarla.
Cahen explica que “las aguas micelares son soluciones líquidas de base acuosa compuestas por micelas, que son partículas diminutas formadas por dos polos: un hidrófilo, que tiene afinidad por el agua y el lipófido, con las grasas, cuando se pasa por la piel, las micelas atrapan los residuos grasos, el sudor, la polución, la suciedad y otras impurezas, dejándola completamente limpia, hidratada y fresca. No es necesario usar otro tónico o loción para complementar la limpieza. Normalmente se utilizan en la mañana y en la noche, pero pueden usarse cuantas veces se necesite sin que generen alguna inflamación o picor”, explica Fabio Cahen, gerente senior de BASF Colombia.
Otra de las grandes ventajas de las aguas micelares es que son versátiles y sirven para cualquier tipo de piel; por su suavidad son muy útiles para pieles sensibles. Para aprovechar al máximo todos sus beneficios simplemente se debe impregnar en un algodón, que no absorbe el agua y se pasa por la piel dando pequeños toques.
Por su parte, otro de los infaltables para prevenir el impacto del aire contaminado sobre la piel es el uso del protector solar. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda utilizar cremas con filtro amplio espectro sobre la piel que estará expuesta a sol. “Es importante tener en cuenta que más del 80% de la radiación traspasa las nubes, por lo que es necesario utilizar protector solar incluso en días nublados, para protegerse especialmente de la radiación ultravioleta A (UVA) que penetra más profundamente en la piel, causando envejecimiento, enfermedades de pigmentación de la piel e incluso cáncer de piel”, dice Cahen.
Compañías productoras de materias primas para la elaboración de protectores solares y aguas micelares, están desarrollando nuevas moléculas y formulaciones que tengan menos ingredientes, pero mayor eficiencia; es decir, apuntan a incorporar menos componentes y de uso cada vez más cómodo y adecuado a las necesidades de las personas. Así, la innovación potencia la creación de productos beneficiosos para la salud y protegen órganos tan importantes y vitales como la piel.