Ya existen, o están siendo construidos, más de 40 parques industriales de robótica en todo el país.
AlphaGo, un programa de inteligencia artificial de Google, venció 3-0 a Ke Jie, el mejor jugador de "go" del mundo.
"Como un programa de inteligencia artificial, cambiará muchos aspectos de nuestra vida", opina Qian Jianlun, un profesor de "go" de la provincia oriental de Zhejiang.
Las palabras de Qian están en sintonía con el positivismo general del estado actual de la industria china de la inteligencia artificial.
Según datos de la firma de investigación iiMedia Research, en 2016 el sector registró un crecimiento interanual del 43,3% en China, superando los US$1.470 millones y subirá más en los próximos años
Un "boom" de la investigación en la industria ha sido clave para el incremento: China ha solicitado 15.745 patentes de inteligencia artificial, la segunda cifra más alta a nivel mundial, según Liu Lihua, viceministro de Industria y Tecnología Informática.
Como consecuencia de esto han llegado políticas favorables. Actualmente ya existen o están siendo construidos más de 40 parques industriales de robótica en todo el país, y este año, por primera vez, la inteligencia artificial fue incluida en el Informe sobre la Labor del Gobierno, que presenta el primer ministro en la sesión plenaria de la Asamblea Popular Nacional.
"Aceleraremos la investigación y el desarrollo, la comercialización de nuevos materiales (y) la inteligencia artificial (...), y desarrollaremos conglomerados industriales en estos campos", señala el informe.
"La inteligencia artificial se ha convertido en un factor impulsor clave para las compañías chinas", asegura Zhang Yaqin, presidente de Baidu, gigante de Internet en China.
"En la era de la inteligencia artificial, China puede innovar no sólo en productos sino también en tecnologías", añade.
Para los conocedores, el desarrollo futuro de la industria china de la inteligencia artificial seguirá dependiendo en mayor medida de los datos.
"La esencia del desarrollo de la inteligencia artificial radica en la gran cantidad de datos", sostiene Li Kaifu, presidente y director general de Sinovatio Ventures, una empresa de capitales de riesgo.
"En China tenemos un gran banco de datos, y ha demostrado ser muy valioso para nosotros", continúa.
Bai Chunli, presidente de la Academia de Ciencias de China, está de acuerdo.
"En 2020, China poseerá un 20% de los datos globales, que serán unos 44 billones de gigabytes", afirmó Bai el lunes en un evento sobre macrodatos.
La inteligencia artificial ha venido jugando un papel cada vez más importante en la vida diaria de la gente.
Por ejemplo, en 2016 fue probado un sistema de inteligencia artificial para controlar el tráfico de manera inteligente, en la ciudad oriental de Hangzhou, y elevó hasta en un 11 por ciento la velocidad de circulación de los vehículos.
"China ya lidera a nivel mundial en campos como visión por computador y reconocimiento automático del habla, entre otros", dice Liu Lihua.
"Creemos que la inteligencia artificial nos presenta la oportunidad más favorable para estar a la cabeza en todo el mundo", manifiesta, por su parte, Li.
Sin embargo, para algunos lo que ha sucedido hasta ahora no es suficiente para lograr un desarrollo sostenible.
A pesar de predecir un crecimiento anual de un 50% del mercado de la inteligencia artificial en China, un ritmo muy por encima del 20% global, la firma internacional de consultoría McKinsey and Company señala que menos del 25 por ciento del personal mejor capacitado del sector en el país asiático tiene una experiencia superior a los diez años, mientras en Estados Unidos esa cifra es del 50 por ciento.
Además, las compañías nacionales de inteligencia artificial aún no han unido sus fuerzas.
"Nuestra industria padece de una falta de colaboración técnica. La conexión entre productos es pobre, y no hay una coordinación eficiente entre los fabricantes iniciales y finales", explica Wen Xiaojun, de CCID Wise, un laboratorio de ideas chino.
Wen cree que es necesario establecer una plataforma de servicios para la industria con el fin de estimular funciones como investigación y desarrollo, aplicación y examen de productos, entre otras.
"Para que la inteligencia artificial prospere, necesitamos de un centro de incubación de este tipo", enfatiza el experto.