Ajedrez: ¿una afición de famosos?
Jueves, Diciembre 15, 2016 - 08:13
El mundo pone atención al ajedrez solo cuando hay campeonatos. Pero en realidad, son muchas las celebridades que lo practican.
Bob Dylan fue toda una sorpresa para el premio Nobel de Literatura 2016. A pesar de ser conocido normalmente por su música, logró hacer historia. Pero además de la canción, también tiene otros talentos. Por ejemplo, le encanta jugar al ajedrez.
En el Hollywood de entre los años 1930 y 1950, eran muchos los actores que practicaban el ajedrez. No solo en las películas, como Rick Blaine en Casablanca, sino también detrás de las bambalinas. Entre ellos utilizaban este desafiante juego para entretenerse durante los largos tiempos de espera.
Con nombres como James Dean, Charlie Chaplin, John Wayne, Marlon Brando, Katharine Hepburn, Bette Davis o Marlene Dietrich, la lista es interminable. Y en aquella época, el campeón de ajedrez húngaro-estadounidense Herman Steiner fundó en Los Àngeles el "Club de Ajedrez Steiner”, que posteriorente pasó a llamarse "Grupo de Ajedrez Hollywood”. En el jugaron grandes figuras. Por ejemplo, además de Humphrey Bogart, también su esposa, Lauren Bacall.
También figuras como el francés Marcel Duchamp y el alemán Max Ernst se dedicaron a tratar el ajedrez en su faceta más artística. Los diseños de Duchamp incluyen figuras nuevas, pero además era uno de los grandes jugadores de ajedrez de su país y se enfrentó en repetidas ocasiones a personalidades como el artista estadounidense Man Ray o el compositor John Cage. Max Ernst también desarrolló una pasión especial por las casillas blancas y negras y, entre otras cosas, creó sus propias figuras de cristal y madera.
Actualmente, entre los artistas famosos más jóvenes hay pocos que presuman de tener un hobby como el ajedrez. Por ejemplo, la cantante Madonna ha pasado horas jugando. También la actriz Eliza Dushku, de la serie Buffy Cazavampiros, reconoció en 2009 en la red social Twitter que era "una nerd del ajedrez”.
Para Magnus Carlsen, el juego es el elixir de su vida. A la edad de cinco años, este noruego ya pasaba horas sentado con la tabla. A los 13 años era ya un gran maestro y a los 23 se proclamó campeón mundial.
