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Al menos 38 muertos en explosiones de mujeres suicidas en el metro de Moscú
Lunes, Marzo 29, 2010 - 04:40

Si bien ningún grupo se ha atribuido el hecho, el jefe del servicio federal de seguridad vinculó los ataques a las disputas en el Cáucaso Norte, en donde una insurgencia islámica ha amenazado atacar blancos rusos.

Moscú. Dos mujeres suicidas con bombas mataron este lunes al menos a 38 personas en dos atestadas estaciones del metro de Moscú durante la hora de máximo tráfico de la mañana, provocando temores de una mayor campaña en el centro de Rusia por parte de islamistas del Cáucaso Norte.

El primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien cimentó su poder en 1999 al lanzar una guerra para combatir el separatismo checheno, interrumpió un viaje a Siberia y declaró que los "terroristas serán destruidos".

Testigos describieron escenas de pánico en las dos estaciones del centro de Moscú y relataron que los pasajeros caían unos sobre otros en medio de una densa nube de polvo y humo mientras intentaban escapar del peor ataque a la capital rusa en seis años.

Sesenta y cuatro personas resultaron heridas, muchas de gravedad, y funcionarios dijeron que la cifra de muertos podría subir. El máximo funcionario de seguridad de Rusia dijo que las bombas estaban rellenas con tornillos y trozos de hierro.

Ningún grupo se atribuyó hasta el momento la responsabilidad por las explosiones.

Sin embargo, el jefe del servicio federal de seguridad (FSB por su sigla original), Alexander Bortnikov, vinculó los ataques a las disputas en el Cáucaso Norte en donde una insurgencia islámica ha amenazado con atacar blancos en ciudades rusas y oleoductos en Rusia.

"Es un crimen terrible en sus consecuencias y atroz en su forma", dijo Putin a funcionarios de emergencia en una videoconferencia.

"Estoy seguro que los cuerpos de aplicación de la ley no ahorrarán esfuerzos para ubicar y castigar a los criminales. Los terroristas serán destruidos", agregó.

El Kremlin declaró la victoria en su batalla contra los separatistas chechenos, que libraron dos guerras contra Moscú.

Pero la violencia se intensificó en el último año en las repúblicas vecinas de Dagestán e Ingushetia, donde la militancia islamista se suma a las rivalidades de clanes y bandas delictivas en medio de la pobreza.

El jefe de FSB, el gran sucesor de la KGB de la época soviética, dijo: "Se encontraron partes de los cuerpos de las dos atacantes suicidas (...) y, según los datos iniciales, estas personas están vinculadas al Cáucaso Norte".

Los ataques de este lunes al metro probablemente conviertan a la insurgencia del Cáucaso Norte en un asunto político mayor para los líderes de Rusia.

Críticos dijeron que los ataques de este lunes demostraron el fracaso de la política del Kremlin en Chechenia, donde grupos de derechos humanos acusan a las fuerzas rusas de acciones brutales.

"Son simplemente bestias", dijo el presidente ruso, Dmitry Medvedev, respecto a los atacantes tras depositar un ramo de rosas rojas en la plataforma de una de las estaciones de metro.

"Los encontraremos y destruiremos a todos", agregó.

La primera de las explosiones ocurrió en un tren que arribaba a las 07.56 hora local (03.56 GMT) a la céntrica estación Lubyanka, ubicada cerca del cuartel central del FSB. Allí murieron al menos 23 personas.

La otra explosión destrozó el segundo o tercer vagón de un tren detenido en la estación de metro Park Kultury, frente al Parque Gorky, unos 40 minutos más tarde que la primera, provocando 12 muertes más, informaron funcionarios del Ministerio de Emergencias. Otras tres murieron en el hospital.

Fotógrafos de Reuters vieron bolsas para cadáveres saliendo de ambas estaciones. Algunos de los heridos fueron transportados en helicópteros a hospitales, y el centro de Moscú se paralizó mientras la policía acordonaba las vías principales.

"Fue muy espantoso. Vi un cadáver", dijo a Reuters Valentin Popov, un estudiante de 19 años que viajaba en un tren a la estación Park Kultury.

"Todos gritaban. Hubo una estampida en las puertas. Vi a una mujer sosteniendo un niño y suplicándole a la gente que la dejara pasar, pero era imposible", agregó.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, condenó los ataques suicidas en Moscú, al igual que otros líderes de la Unión Europea.

"El pueblo de Estados Unidos está junto al pueblo de Rusia para oponerse al extremismo violento y a los ataques terroristas atroces que demuestran tal desprecio de la vida humana y condenamos estos actos intolerables", dijo Obama en un comunicado.

Ningún compromiso. El rublo ruso cayó abruptamente con las explosiones, pero después recuperó terreno, y los comerciantes señalaron que era improbable que los atentados minaran la fortaleza de la divisa.

"El mercado de valores ruso está más que estable, el rublo está estable" dijo Anatoly Darakov, quien preside el mercado de valores de renta variable ruso en Citi de Moscú. "No es la primera explosión en Moscú", agregó.

La cifra de muertos por ambas explosiones las convierte en los peores ataques que sufre Moscú desde febrero de 2004, cuando un suicida con bomba mató al menos a 39 personas e hirió a unas 100 en una estación de metro.

Los separatistas chechenos fueron responsabilizados por ese atentado. El mes pasado, el líder rebelde Doku Umarov, que combate por un emirato islámico que abarque toda la región, prometió llevar la guerra a ciudades rusas.

"La sangre ya no estará limitada a nuestras ciudades y pueblos (del Cáucaso). La guerra llegará a sus ciudades", dijo el líder rebelde checheno en una entrevista en el sitio web no oficial islamista www.kavkazcenter.com.