Tendencia pone en peligro la calidad de vida de las personas de todo el mundo, alertó informe de Naciones Unidas.
Las actividades humanas están causando un descenso alarmante en la variedad de plantas y vida animal en la Tierra y poniendo en riesgo los alimentos, el agua limpia y los suministros de energía, determinó un estudio sobre biodiversidad respaldado por Naciones Unidas.
La contaminación, el cambio climático y la deforestación para conseguir tierras de cultivo estaban entre las peores amenazas para la naturaleza, según más de 550 expertos en una serie de reportes aprobados por 129 gobiernos después de conversaciones en Colombia.
"La biodiversidad, la variedad esencial de formas de vida en la Tierra, continúa declinando en cada región del mundo", escribieron los autores. "Esta tendencia alarmante pone en peligro la calidad de vida de las personas en todas partes", agregaron.
Cuatro reportes regionales cubrieron América, Asia y el Pacífico, África, Europa y Asia Central, todas las zonas del planeta excepto los polos y alta mar.
Para las Américas, el reporte estimó que el valor de la naturaleza para las personas -como los cultivos, la madera, la purificación del agua o el turismo- era de al menos 24,3 billones de dólares al año, equivalente al producto interno bruto de toda la región que va de Alaska a Argentina.
Casi dos tercios de esas contribuciones naturales estaban en declive en las Américas, indicó.
"Las contribuciones a las personas de la biodiversidad y la naturaleza suenan, para mucha gente, académicas y lejanas a nuestras vidas cotidianas", dijo Robert Watson, presidente de la Plataforma Intergubernamental Científico-Normativa sobre Diversidad Biológica y Servicios a los Ecosistemas (IPBES). "Nada podría estar más alejado de la verdad", agregó.
Entre otras estimaciones económicas, el reporte de África dijo que la absorción de gases de efecto invernadero por hectárea de bosque en el centro de África tenía un valor de 14.000 dólares por año.
"Para el 2100, el cambio climático podría (...) resultar en la pérdida de más de la mitad de las especies de aves y mamíferos africanos", dijo Emma Archer de Sudáfrica, co-presidenta de la evaluación africana.
La creciente población en muchos países en desarrollo requeriría nuevas políticas tanto para proteger la naturaleza como para cumplir con los objetivos de la ONU para erradicar la pobreza y el hambre para el 2030.