Los partidos de la unión conservadora introdujeron un veto para la publicidad de gran alcance. No obstante, Alemania es última en la lucha europea contra la nicotina.
El sombrero Stetson sobre la cabeza, la colilla de cigarrillo en la comisura de la boca y, delante de él, la inmensidad de la pradera: el otrora omnipresente vaquero de Marlboro ha estado cabalgando desde hace mucho tiempo hacia su puesta de sol. La marca de cigarrillos tuvo que retirar el ícono de la publicidad hace años porque contradecía el espíritu del momento y uno de sus actores se enfermó de cáncer. Desde entonces, la partida del hombre de Marlboro ha simbolizado el declive de toda una industria. Las cenizas dejadas por la relación entre el humo del tabaco y los riesgos para la salud ya no pueden ser barridos bajo la alfombra.
Bloqueo de los conservadores
Ahora el lobby alemán del tabaco debe digerir otra derrota en el enfrentamiento con las autoridades estatales y las organizaciones de salud. Tras años de debates, los partidos conservadores de la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y la Unión Social Cristiana (CSU) han logrado un acuerdo en el Bundestag para prohibir ampliamente la publicidad del tabaco. La canciller alemana, Angela Merkel, sorprendió con su claro compromiso de prohibir la publicidad del tabaco. De hecho, los conservadores parecían no tener la voluntad política de discutir el tema. Durante la última legislatura, el grupo parlamentario de la CDU/CSU impidió un endurecimiento de la ley, que había sido aprobado previamente por el gabinete federal.
Una aporte a las arcas del Estado
La industria del tabaco en Alemania sigue siendo la última de un país de la Unión Europea que aún puede anunciar sus productos en pantallas de cine, carteles y columnas publicitarias. Ahora se ha superado un obstáculo decisivo para su prohibición. La propuesta de la CDU/CSU también puede estar motivada por el hecho de que los ingresos procedentes del impuesto sobre el tabaco son de 14.000 millones de euros al año, los que se ven compensados por los costos adicionales de 78.000 millones de euros gastados a causa del tabaquismo.
Es un negocio evidentemente negativo para el Estado, con resultados parcialmente fatales para los enfermos de cáncer. Un documento elaborado por los partidos conservadores para crear la futura ley subraya que el consumo de tabaco es uno de los mayores riesgos para la salud. En un documento previo a un proyecto de ley, la unión conservadora cita los datos del Centro Alemán de Investigación del Cáncer, según los cuales 121.000 personas mueren cada año a causa del tabaco.
Escepticismo sobre las etapas del plan
Reiner Hanewinkel, director del Instituto de Terapia e Investigación Sanitaria de Kiel, dijo a DW que está particularmente descontento con la duración de la campaña, que no "pone fin a la publicidad de todos los productos de nicotina hasta 2024, es decir, en un plazo de cuatro años". Esto es incomprensible y "no responde a las exigencias de la ciencia, que habrían deseado que sucediera de inmediato".
Se podría acusar a los miembros del Bundestag pertenecientes a la CDU/CSU de haber acordado una fecha "tardía": a partir del 1 de enero de 2022 se prohibirá la publicidad en carteles de los productos clásicos de tabaco, y los vaporizadores, a partir de 2023. Los cigarrillos electrónicos se prohibirán en 2024, y a partir del 1 de enero de 2021 no habrá más publicidad del tabaco en los cines, en películas para jóvenes menores a 18 años. La publicidad del tabaco en radio y televisión está prohibida en Alemania desde hace mucho tiempo
El largo alcance del lobby del tabaco
El lobby de la industria tabacalera ha realizado un trabajo exitoso. Los grandes juicios ante los tribunales de los Estados Unidos en los años noventa lo han demostrado muy bien. Las disputas legales se habían resuelto en los estados individuales mediante altos pagos. En estos procedimientos, también fue negociado "que la industria divulgara sus documentos internos. Hay miles de páginas, todas las cuales han sido escaneadas y se pueden ver en internet", explica el investigador de búsqueda Rainer Hanewinkel.
Si se incluye a Alemania o a la política alemana en estos documentos, "entonces uno se da cuenta de que el brazo de la industria era muy, muy largo y el lobby del tabaco obviamente influyó con éxito en la ciencia, pero también en la política en Alemania", agrega.