La Gobernación de Santander, departamento de más de dos millones de habitantes, tomó la medida ante el cierre de atención de diferentes recintos por el no pago de Empresas Promotoras de la Salud (EPS).
Por elespectador.com. La Secretaría de Salud de Santander -departamento ubicado en el noreste de Colombia- declaró la alerta amarilla en la red hospitalaria local, ante el no pago de la deuda que las Empresas Promotoras de la Salud (EPS) tienen con los hospitales de la región.
Según argumentó la secretaria de Salud, Alix Porras Chacón, esta declaratoria se genera por el cierre de servicios en varias especialidades como ortopedia, cirugía general y medicina interna en el Hospital San Juan de Dios de Floridablanca; la suspensión de los servicios en el Instituto de Salud de Bucaramanga (Isabu) y las dificultades que afrontan 80 pacientes que permanecen en el Hospital Universitario de Santander (HUS).
“Caprecom (Caja de prevision social y comunicaciones, estatal) no le ha girado los recursos a los hospitales (y) la alerta amarilla nos permite hacer un plan de contingencia para darle prioridad a las urgencias y hacer remisiones a otros hospitales, y responder adecuadamente cuando haya una emergencia”, explicó la funcionaria.
De acuerdo con Porras, la solución a esta crisis está en manos de la Nación y las EPS, que son las que deben apropiar y enviar los recursos necesarios a la Red Hospitalaria Pública.
“En estos momentos son los hospitales los que están asumiendo la crisis generada por Caprecom (…) para garantizar el servicio a los usuarios de esta empresa es necesario que el Ministerio de Salud y la Superintendencia Nacional de Salud autoricen el traslado de los pacientes a otra entidad”, agregó.
Recientemente, un grupo de trabajadores del Hospital San Juan de Dios del municipio de Floridablanca, en Santander, se declaró en paro ante la falta de pago de hasta cuatro meses de salarios, sumado a la escasez de insumos y elementos para atender a los pacientes. (Lea: Trabajadores del Hospital de Floridablanca, en Santander, entran en paro)
La suspensión de labores, según argumentaron los trabajadores, obedece a la crítica situación en la que se encuentra el centro hospitalario en materia económica, al sumar deudas que superan los $12 mil millones (US$ 4.175 millones, aproximadamente). Ante tal situación –agravada por la dificultad para acceder a insumos– los empleados adelantaron un plantón en las afueras del Hospital buscando que el gobierno departamental atienda la crisis.