Aseguran que, de 190 compuestos considerados preocupantes, no todos resto de fármacos y hormonas, se pudo encontrar al menos 101 en torrentes de Estados Unidos.
Una cantidad creciente de drogas usadas en animales y humanos llegan a los ríos y mares, y las consecuencias de la polución farmacéutica son catastróficas, pese a sus bajos niveles de concentración. La revista Environmental Toxicology & Chemistry anunció un número especial en el que dará cobertura a los efectos de los desechos farmacéuticos, un tema en el que, dicen, ha existido progreso en años recientes.
Parte de la publicación, que estará disponible el próximo año, se referirá a los estudios que monitorean a las carpitas cabezonas, peces de agua fresca, a los que se les administra mezclas farmacéuticas de diversa complejidad y de presencia usual en desagües.
Otro foco de la investigación es el estado de la superficie de las aguas de Estados Unidos. Los investigadores esperan que la identificación de los ingredientes activos más prevalentes puede ayudar a priorizar otros estudios.
Una tercera arista de la problemática es el tratamiento de las aguas. Para identificar qué es lo que emerge de los procesos de tratamiento, los investigadores analizaron muestras de 22 estados, buscando 190 compuestos químicos que generaran alguna preocupación, incluyendo fármacos de receta y de auto medicación, hormonas esteroídeas, químicos industriales y de uso doméstico y esteroles vegetales o animales. Pudieron encontrar 101 de los compuestos identificados.
El artículo de ETC busca presentar el estado del arte en la identificación y tratamiento de los elementos tóxicos en el agua.