El doctor a cargo del Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, en Chile, actualmente trabaja en el desarrollo de una contra el virus sincicial, inédita en su tipo, dirigida a los bebés recién nacidos. Su costo sería de US$, 0,4.
Cristián Yáñez W, Cluster Salud. El Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia (IMII) que está a cargo del Dr. Alexis Kalergis -quién participó del Congreso Futuro 2017 desarrollado en Santiago, Chile-, es un organismo en donde convergen tres universidad, la Católica, de Chile y Andrés Bello, y se enfoca principalmente en investigación traslacional, es decir, investigación con misión, principalmente en cáncer, autoinmunidad, afecciones inflamatorias e infecciosas, entre otras.
El instituto trabaja para eventualmente impactar en la investigación clínica y en la comunidad en la salud. Uno de sus aportes relevantes y que podría ser clave en la salud pública de Chile, tiene que ver con la creación de una vacuna contra el virus sincicial, que es muy contagioso. Existe otros laboratorios o centros que están dedicados a crear vacunas similares, pero esta sería inédita, ya que será destinada a los bebés recién nacidos.
¿Por qué apuntar a este segmento y no a otro? Según Kalergis, al primer año de vida, el 75% de los niños se ha infectado y al segundo año de vida, el 100%. "Por más que uno cuida al bebé, se va a contagiar con sincicial", indica. La nueva vacuna le significaría un gran ahorro al sistema de salud país, ya que como comenta: “Chile gasta en esta enfermedad sólo en gasto público cerca de 10 mil millones de pesos (US$ 15,1 millones)”.
El proceso de desarrollo de la vacuna ya pasó las etapas de investigación básica y estudios preclínicos y ahora se encuentra en espera de conseguir recursos para ejecutar la fase clínica, mientras el Instituto de Salud Pública (ISP) revisa la investigación. “Yo calculo que entre tres a cuatro años más podríamos tener la vacuna a disposición de la comunidad”, afirma Kalergis.
Según indican sus análisis, la vacuna hoy en día, en su formulación cuesta cerca de US$ 0,4. ”Con esa misma estrategia podríamos hacer nuestra vacuna masivamente. Desde el punto de vista económico hicimos un diseño asequible a la sociedad, y al ministerio de Salud”, expresa.
Los grupos anti vacunas
¿Las vacunas hacen bien o mal? Esta es una interrogante que se está planteando en la actualidad y que enfrenta a grupos pro v/s anti vacunas. Los que están a favor plantean que estas nos permiten enfrentar una serie de enfermedades curándonos y protegiéndonos de ellas, mientras que los que están en contra, creen que pueden generar una carga para el sistema inmunológico. Y se mantiene la creencia, con rasgos de paranoia colectiva, de que ellas provocan autismo, pese a que se ha demostrado fehacientemente que ello es falso.
Kalergis señala que todos los medicamentos tienen un potencial efecto adverso, por lo tanto lo que dicen los grupos anti vacunas, hay que escucharlo. “Sin embargo, cuando uno hace declaraciones como las que ellos hacen, yo creo que uno tiene que ser muy responsable, porque todas esas personas que están declarando en contra de las vacunas, y que no son un buen instrumento para la salud, e
stán todas vacunadas y ninguna se enfermó de sarampión ni de polio (poliomielitis)”, agrega.
El experto plantea que estas personas deberían recordar que sus abuelos sabían que era importante vacunarse, ya que habían visto estas enfermedades, pero como algunas ya no están, la gente tiende a creer que ya no existen. “Y eso es falso (...). Hace poco acaba de haber un brote de sarampión en EE.UU.”, comenta. Además, afirma que si el niño no se vacuna, podría contagiar a su abuelo, que se vacunó cuando era niño, pero que ya no tiene inmundad, porque esta dura un número determinado de años. “Las vacunas pueden tener un efecto no deseado pero es infinitamente superior el beneficio”, indica.
Respecto al autismo y la idea que las vacunas puedan generarlo, a su juicio esto se descartó: “El científico que publicó la relación con autismo, no solamente retractó el estudio sino que lo echaron de su empleo y le prohibieron trabajar en ciencia por el resto de su vida, por lo tanto eso no existe. Han habido muchos estudios posteriores que muestran que la vacuna de sarampión o polio no tiene relación con autismo, pero lamentablemente las personas por algunas razón no ven eso”.
Desarrollo de inmunizaciones en Chile
Kalergis destacó en su presentación en Congreso Futuro 2017, que en Chile existe una brecha en el acceso a las vacunas, y que esto se podría solucionar, haciéndolas en el mismo país. “Ocurre que las compramos afuera, son caras, y además, están formuladas de una manera que no nos sirve, porque los microbios que están por ejemplo en EE.UU. no son los mismos que están acá”, afirma. Además, comenta que fabricarlas de manera local “sería mucho más económico y adecuado, Chile antes hacía pero decidió por modelo de negocio, importarlas”.
El director del IMII indica que se requieren de inmunizaciones necesarias para los chilenos. “Yo estoy tratando de impulsar la creación de un centro de vacunas”.
Sin embargo, a pesar de este anhelo, los hechos parecen demostrar que la idea de producir vacunas en el país (pese a que naciones vecinas como Argentina y Brasil sí lo hacen), sigue siendo algo complejo de llevar a cabo. El mismo Kalergis declara que en el caso de la vacuna para el virus sincicial, en Chile no se podía fabricar, por lo que decidió junto a su equipo, buscar ayuda afuera. “Teníamos una colaboración y un reconocimiento internacional por pares en EE.UU., logramos que una fundación nos apoyara y pudiéramos generar ahora viales de vacuna que pueden ser ocupados en personas”, destaca.