Lo antiguo vuelve a tomar auge, eso sí, combinado con piezas modernas para crear ambientes con este estilo.
La decoración vintage se caracteriza por incluir elementos que lucen antiguos, entre estos relojes de péndulo, lámparas de mesa y de pie con formas redondeadas, alfombras de texturas y diversos tipos de muebles, pero con un toque relativamente contemporáneo.
“Se utilizan muebles de grandes dimensiones, de colores oscuros, y fabricados con materiales naturales como madera, mimbre y cristal”, explica María René Monroy, técnico en diseño de interiores.
Es común confundir el estilo vintage con el retro porque los dos evocan el pasado. “El primero integra piezas antiguas y el segundo utiliza muebles y accesorios que se fabricaron recientemente, con un diseño basado en lo antiguo”, añade José Ovalle, arquitecto y diseñador de interiores.
Paredes
Para crear un ambiente vintage se pueden utilizar vinilos decorativos que simulen paredes desgastadas. También es común para esta decoración colocar estantes con los libros antiguos como enciclopedias, así como aquellos que tienen pastas de cuero y que pueden reutilizarse para álbumes de fotos.
Las piezas antiguas como teléfonos, tocadiscos, mapas o carteles pueden ser un complemento decorativo para las estancias.
“En la decoración vintage también destacan los muebles rústicos, que dan grandes resultados si se combinan con artículos modernos o con objetos reciclados, como botellas de vidrio convertidas en lámparas”, añade Monroy.
El toque artesanal
Todos los muebles y demás elementos que forman parte de una decoración vintage deberían ser artesanales. Si bien no es indispensable que sea así en su totalidad, los objetos fabricados por medio de técnicas no industriales aportan un atractivo muy particular a este estilo.
Algunos elementos que añaden este carácter rústico son las vigas a la vista en el techo, alfombras artesanales y velas.