Es fundamental que los líderes posen resiliencia y energía vital, especialmente en estos momentos de tantos cambios inesperados.
Una de las competencias de liderazgo que se ha vuelto importante es la energía vital o coeficiente de vitalidad tanto del individuo como de la organización. Los líderes que no pueden controlar y reponer su coeficiente de vitalidad, de acuerdo con las circunstancias, no podrán lograr altos resultados.
Es casi imposible que un líder agotado pueda gestionar una crisis. La única forma de sobrellevar una organización en esta coyuntura es tomando buenas decisiones, ejecutar con excelencia, además, resistir los grandes niveles de estrés y entregar la energía necesaria para mantenerse al mando lúcido durante todo este tiempo.
“¿Estamos preparados para el futuro que no esperábamos? Hoy, más que nunca, el tema de las competencias de liderazgo se ha vuelto muy importante y las compañías que no se equipan de aquellos líderes, no podrán resistir los entornos VUCA”, asegura Diego Cubas, managing director en Cornerstone.
La resiliencia es otra competencia que todo líder debe poseer y se ha convertido en un concepto importante que se aplica activamente hoy en día en el contexto de la resistencia al estrés de diferentes países debido a cambios inesperados. Pero, ser resistente al riesgo es importante, no solo para los países, sino también para las empresas y los altos directivos.
“El grado de resiliencia también debe ser adoptado por consultores y reclutadores que evalúan a los altos directivos de una empresa en diferentes etapas: desde el atractivo para la organización hasta la participación en diversos proyectos que requieran esta competencia”, menciona Anna Nesterchuk, Managing Partner de Cornerstone Ucrania.
Las crisis y las transformaciones se están convirtiendo en una parte integral de nuestra vida. En la economía, la política, los negocios, las relaciones sociales, se vuelve la única constante de los negocios. Un negocio estable es casi una ilusión y debes estar preparado para los cambios o, mejor aún, anticiparlos.
Para saber si los líderes poseen o no la competencia de la resiliencia, hay que fijarse en lo siguiente:
- Se adapta. Es importante valorar todos los cambios como positivos como nuevas oportunidades, y no solo como obstáculos y circunstancias desagradables.
- Mantiene un nivel constante de vitalidad, salud, rendimiento y simplemente buen humor.
- Mantiene sus estándares de productividad, actúa de manera proactiva para comprometerse y dirigir sus energías hacia la dirección requerida.
- Piensa estratégicamente no solo en el presente sino en el futuro, sugiriendo y evaluando diversas formas en las que se pueden desarrollar los eventos.
Un líder con tales competencias es capaz de crear un entorno resistente al estrés en la empresa, un fuerte equipo anticrisis y un sistema que puede soportar cualquier complejidad.