Después del Sudeste Asiático, el continente es el que más ha logrado disminuir las consecuencias letales de la enfermedad, que se manifiesta con mayor fuerza en África.
Estimaciones recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS) muestran un incremento en el número de países que se acercan a la eliminación del virus de la malaria y destacan el ahorro en salud gracias a las campañas preventivas desde principios del milenio.
Según el Reporte Mundial de Malaria 2015, más de la mitad de los países que reportaban casos de infección en 2000 han conseguido reducir el número de nuevos enfermos en más de un 75% al presente año. En ese mismo período, 18 países de todo el mundo redujeron los casos entre 50 y 75%.
"Desde el principio del siglo, las inversiones en prevención y tratamiento de la malaria han evitado más de seis millones de muertes", manifestó la directora general de la OMS, Margaret Chan, quien agregó que "sabemos qué es lo que funciona. El desafío ahora es hacer incluso más".
Entre las regiones con mayor progreso en el combate a la enfermedad se encuentra el continente americano, que desde el año 2000 redujo en 72% la mortalidad de la enfermedad parasitaria. Dicha cifra fue sólo superada por el sudeste asiático, donde la reducción fue del 85%; en el pacífico occidental fue de 65%, mientras que en el mediterráneo oriental fue del 64%.
En África, que se mantiene como la zona más golpeada por la enfermedad, la mortalidad ha disminuido 66%; no obstante, entre los niños menores de cinco años -un grupo particularmente susceptible a la infección-, la reducción fue del 71%.
A nivel global, el número de casos de malaria cayó de 262 millones registrados en 2000 a 214 millones este año. Las muertes relacionadas con la enfermedad pasaron de 839 mil a principios de siglo a 438 mil en 2015. Nigeria y Congo reportaron el 35% del total de las muertes registradas este año, lo que muestra que la enfermedad sigue siendo un peligro, que provoca gran pérdida de vidas humanas y no ha sido derrotada.