Entre 2000 y 2016, la multiplicación de casos dejó 2,6 millones de vidas perdidas, situación que tiene especial impacto entre los jóvenes, con un asesinato cada 15 minutos.
Buenos Aires. América Latina enfrenta una ola de homicidios con 400 muertes violentas al día, donde cada año son víctimas de este delito 144.000 personas, según datos presentados en Buenos Aires por organizaciones sociales.
Entre 2000 y 2016, la multiplicación de casos dejó 2,6 millones de vidas perdidas, situación que tiene especial impacto entre los jóvenes, con un asesinato cada 15 minutos.
Con esta intensidad, la región es la más violenta del mundo, al concentrar el 38% de los homicidios, con sólo el 8% de la población mundial.
En este contexto, fue presentada este viernes la campaña "Instinto de Vida", en el marco del Foro Económico Mundial (WEF, siglas en inglés) para América Latina en la ciudad de Buenos Aires.
La campaña "Instinto de Vida" es una alianza de 30 organizaciones pertenecientes a siete de los países latinoamericanos más afectados por esta violencia: Brasil, Colombia, México, Honduras, Guatemala, El Salvador y Venezuela.
Entre las participantes están la Asociación para una Sociedad más Justa (Honduras), Caracas Mi Convive (Venezuela), Casa de las Estrategias (Colombia), Cauce Ciudadano (México), Fundación Ideas para la Paz (Colombia), Jóvenes Contra la Violencia (Guatemala), Kino Glaz (El Salvador) y el Instituto Igarapé (Brasil).
"Instinto de Vida" cuenta además con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina y la Organización de los Estados Americanos (OEA).
La representante del Instituto Igarapé de Brasil, Ilona Szabó de Carvalho, explicó en diálogo con Xinhua que América Latina es la región con mayor número de muertes del tipo en el mundo.
"Tenemos el 8 por ciento de la población (mundial), pero el 38% de los homicidios del mundo", señaló la activista.
Indicó que 43 de las 50 ciudades más violentas del mundo están en esta región, donde "los impactos humanos, sociales y económicos de esa epidemia de violencia letal son enormes".
"El reto es apoyar a los gobiernos y a la sociedad, para que consigamos reducir en 50 por ciento los homicidios en los próximos 10 años (...) y una meta de 7,5 por ciento al año, que es posible si aplicamos las políticas correctas, basadas en evidencia", dijo.
Para Szabó de Carvalho, "hoy sabemos qué funciona y qué no funciona en reducción de violencia. Tenemos el conocimiento, necesitamos la movilización y el liderazgo para que podamos hacer ese cambio".
"La cura no es una, son políticas integrales. De un lado hay que enfocar una policía ciudadana, enfocada en puntos críticos, puntos 'calientes', algo que llamamos disuasión enfocada, trabajar la policía con actores de la comunidad", consideró.
Expuso que también está la "fuerza de la ley, la prioridad de esclarecer los crímenes, ya que sólo menos del 10 por ciento de los crímenes contra la vida son sentenciados, por lo que la impunidad es un problema".
La entrevistada señaló que por el otro lado, "hay que saber que hay políticas sociales, económicas, que tienen que ser direccionadas a grupos específicos".
"Inversión en primera infancia, oferta de empleo para la juventud, habilidades parentales, que los niños no salgan de la escuela. Todo eso contribuye muchísimo, son políticas humanas, baratas y mucho más eficientes que simplemente la represión generalizada", enfatizó.
Por su parte, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, dijo a Xinhua que la tasa de homicidios en el país austral "es aproximadamente de 6,1 por cada 100.000 habitantes.
"Es una tasa baja en relación a otros países de América Latina, pero es una tasa alta en relación a nosotros mismos. Hoy tenemos mucha violencia intrafamiliar, violencia de género y por el control del negocio del narcotráfico", dijo.
Bullrich ejemplificó que La Villa 31 (urbanización precaria) ubicada en el norte de Buenos Aires era un barrio con altos niveles de violencia, en que había 59 homicidios por cada 100.000 habitantes, pero la situación ha cambiado.
La mayoría de los homicidios de la capital argentina se daban en ese lugar, pero la tasa de homicidios se ha bajado 62% a partir de un trabajo con varios frentes.
En esta labor interviene una policía preparada para barrios complejos, "junto a agencias sociales que llevan a los chicos al colegio, que no dejan que haya deserción, que trabajan con deportes, que trabajan en que los jóvenes tengan una oportunidad de vida distinta a la salida del narcotráfico".
Responsables de la iniciativa explicaron que un agravante es que en la región la tasa de homicidios está al alza, mientras que en la mayoría de las regiones del mundo tiene una tendencia a la baja.
Indicaron en este sentido que si en América Latina no se hace nada al respecto, la tasa de homicidios podría incrementarse de 21 a 35 por cada 100.000 habitantes en 2030.
De cumplirse los objetivos del programa en cuanto a bajar la tasa de homicidios a la mitad en la siguiente década, alrededor de 365.000 vidas podrían ser salvadas en los siete países.