La organización afirmó que producto del conflicto armado que se vive en el país, las comunidades han sido víctimas de una serie de abusos, de asesinatos y desplazamientos, que ponen en riesgo su sobrevivencia.
Bogotá. Los pueblos indígenas de Colombia corren un grave riesgo de desaparecer por el aumento de ataques como asesinatos, masacres, reclutamiento, confinamiento, abuso sexual y desplazamiento, agravados por el conflicto armado en el país, denunció Amnistía Internacional.
El grupo de derechos humanos dijo este lunes que las acciones violentas han hecho que "muchas comunidades indígenas estén luchando para sobrevivir".
Amnistía Internacional (AI) reportó 114 asesinatos de hombres, mujeres y niños indígenas, además del desplazamiento forzoso de miles de integrantes de esas comunidades en 2009.
"Los indígenas sufren cada vez más ataques en Colombia. Se les está matando y amenazando, se les está obligando a participar en el conflicto armado y se les está echando de sus tierras", dijo Marcelo Pollack, investigador sobre Colombia en AI.
El grupo de derechos humanos pidió al gobierno colombiano que asuma sus obligaciones protegiendo a los pueblos indígenas, investigando los crímenes en su contra y castigando ejemplarmente a los responsables.
"A menos que las autoridades actúen con rapidez para proteger a los pueblos indígenas en Colombia, existe un riesgo real de que muchos desaparezcan", agregó Pollack citado en un comunicado de prensa.
La organización responsabilizó a la guerrilla izquierdista, a los paramilitares de ultraderecha y a las estatales Fuerzas Armadas de los abusos que incluyen homicidios, desapariciones forzosas, secuestros, amenazas, abusos sexuales contra las mujeres, reclutamiento de niños, desplazamiento forzoso y persecución contra los líderes.
Territorios estratégicos. El informe reveló que miles de indígenas han sido obligados a abandonar sus tierras ubicadas en zonas de intenso conflicto militar y ricas en biodiversidad, minerales y petróleo, mientras que otros no pueden salir libremente porque los grupos armados ilegales sembraron minas terrestres en los caminos de acceso.
"Las partes del conflicto también han bloqueado el acceso a la comida y a medicamentos esenciales, afirmando a menudo que estos suministros están destinados al enemigo", denunció el informe.
"Todas las partes del conflicto han ocupado escuelas y las han usado como bases militares, mientras los maestros siguen siendo vulnerables o a los ataques físicos, lo que impide a las comunidades indígenas tener acceso a la educación", reveló.
El informe mencionó al pueblo Awá que fue víctima de ataques por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) en 2009 y que sufrió más de la mitad de las víctimas fatales que se contabilizaron ese año.
Los Awá habitan una zona selvática del departamento de Nariño -estratégica para el tráfico de armas y de drogas- y con presencia de guerrilleros, paramilitares, ejércitos al servicio del narcotráfico y las Fuerzas Armadas del Estado.
Amnistía pidió a los grupos armados ilegales y a las Fuerzas Armadas respetar los derechos de los pueblos indígenas, no involucrarlos en la confrontación y no incursionar en los territorios donde viven y de los que depende su supervivencia.
En Colombia habitan 87 pueblos indígenas con alrededor de un millón de personas.