Estamos cerrando un año marcado por la disputa electoral del proceso presidencial, por la ascensión del nuevo mandatario, Ollanta Humala; por los problemas sociales y protestas que han parecido renacer luego de un breve periodo de tregua. Un fin de año bastante movido, pero al mismo tiempo con saldos positivos. En medio de este entorno, el sector empresarial continuó desarrollándose, enmarcado en índices de consumo al parecer estables y con un crecimiento económico que, según las cifras oficiales, llegaría al 7%.
El proceso electoral nos puede llevar a evaluar la eficiencia y pertinencia de las dos propuestas que llegaron a la segunda vuelta. Por otro lado, en la primera ronda, el candidato PPK tuvo una de las más exitosas campañas en redes sociales en el Perú, la que es recordada en varios círculos hasta la fecha, aunque la misma no fue suficiente para llegar a la siguiente instancia. Queda el registro de las estrategias de comunicación de la segunda vuelta que pueden ser analizadas para la identificación de elementos y lecciones aprovechables en muchos sentidos. Además, ya en el poder, el actual presidente trata de generar confianza interna y externamente, y en ello, está enfocada una gran parte de sus esfuerzos.
En temas de marketing, es indudable que uno de los grandes hechos del año fue el lanzamiento de la marca país, la que ha logrado niveles de éxito que se pueden apreciar al transitar por las calles y observar el uso del logo en espacios públicos, en t-shirts (poleras, camisetas, remeras...), en campañas de empresas nacionales, entre otros. La campaña ha sido premiada en diversos festivales y concursos regionales lo que es una muestra de la calidad de la propuesta además del alto nivel de los creativos nacionales.
Lo anterior está relacionado con el preciado momento por el que pasa la publicidad peruana, hecho que se basa en reconocimientos concretos. Así, en el evento publicitario más importante de la región (El Ojo de Iberoamérica 2011), la publicidad generada en el Perú recibió 21 trofeos, contándose entre ellos a un Grand Prix, cinco de oro, seis de plata y nueve de bronces. Estos resultados constituyen el desempeño más destacado de la historia de la publicidad made in Perú. Esto permite concluir que se está ante una industria (la publicitaria) que tiene estándares muy elevados a nivel de la región; con producciones eficientes, competitivas y con un recurso humano de alta calidad.
Siguiendo con lo positivo, otro hecho relevante de nuestra economía es el contundente avance del retail moderno en el Perú, de manera que los más optimistas hablan de llegar a los 100 centros comerciales en el Perú para el año 2014. Supermercados, tiendas por Departamento y centros comerciales ya son parte de la vida diaria de buena parte de los peruanos.
Otro fenómeno interesante es el desarrollo del mercado de lujo en el Perú. Así en una entrevista para el diario Gestión, la gerente comercial y de marketing del Jockey Plaza (Yarina Landa) afirmó que existe un millón y medio de limeños que puede comprar artículos de lujo. De esta forma, el boulevard del Jockey Plaza parece dar la pauta en un mercado que se desarrollará de forma mucho más agresiva en los próximos dos o tres años, lo que es una clara muestra del desarrollo económico del país.
No se puede cerrar lo positivo del 2011 sin dedicarle algunas palabras a la gastronomía peruana, que este año ha mantenido (y potenciado) un papel protagónico no solo con la feria gastronómica Mistura, sino también consolidándose como punta de lanza de nuestra peruanidad y como catalizador de nuestra economía. Así, los restaurantes de cuatro y cinco tenedores parecen reproducirse de manera exponencial además, del desarrollo de todas las industrias relacionadas con la comida.
Tema aparte son las franquicias de restaurantes peruanos que buscan conquistar el mundo además del fenómeno relacionado con el turismo que se puede construir sobre la base de todo esto. Sin embargo, es útil una observación en cuanto a restaurantes de primer nivel se refiere: no hay que descuidar el servicio; allí todavía estamos en desventaja frente a otras propuestas cosmopolitas a nivel de Sudamérica, y ni qué decir del mundo.
Lo más negativo en esta suerte de recuento de fin de año es considerar que existe un rotundo fracaso en nuestras narices: no es normal que haya tanto descontento en las calles ante un país que se supone está creciendo y más aún, una oposición pública tan marcada a proyectos de desarrollo de todo tipo.
Existe una deficiencia en la irradiación del desarrollo y en la inclusión económica y social, lo que explica entre otras cosas, la victoria del actual partido de gobierno y el estado de protesta en el que se encuentra casi todo el país. Además, existen serios problemas en la comunicación del sector privado hacia las grandes mayorías. Todo esto sugiere una serie de tareas pendientes del gobierno y de las empresas, lo que va más allá de las concientización de la responsabilidad social entre las normas de desempeño y plan estratégico de ambos. Así, se trata de un tema de sobrevivencia en el muy corto plazo tanto del estado como del ámbito empresarial.
Ante la inminente crisis europea y el poco dinamismo de los Estados Unidos y alguna desaceleración que puede haber en China, muchos empresarios miran más al interior del país, en busca de oportunidades comerciales que puedan llevarlos a aprovechar el excelente momento de nuestra economía. Lo único que hay que tener en cuenta es que queramos o no, la crisis nos afectará, por lo que debemos estar preparados para evitar problemas en las proyecciones y flujos que planificamos para el 2012. No nos hará ningún daño ponernos en el peor escenario factible y analizarlo en función de nuestros intereses.
