La sequía pareciera haber dejado de ser una de las principales preocupaciones en el país, pero en las zonas carentes de agua, este es un tema permanente e imposible de olvidar.
Estamos en pleno verano, con altas temperaturas, especialmente en la zona norte y centro de Chile, y miles de familias que se abastecen a través de fuentes como pozos o ríos para sus labores domésticas y económicas, ven cómo cada día estas van disminuyendo en forma dramática.
En Fundación Amulén vemos el acceso a agua como una herramienta de superación de la pobreza. Por esa misma razón es que nos preocupa la estrecha relación entre escasez de agua y vulnerabilidad social. Es imperativo poder determinar y priorizar planes de acción a nivel país, dirigidos a las zonas donde la situación es más crítica y urgente.
En el informe "Sequía en Chile: la brecha más profunda", tomamos como base el análisis de las cuencas realizado por Fundación Chile en Escenarios Hídricos 2030. Ahí corroboramos un antecedente que no debiera sorprender a nadie: la relación entre falta de agua y pobreza es directa y bastante dramática en el país. Las zonas más afectadas son por lejos las más vulnerables y las que presentan mayor inequidad social: todas las comunas que están en situación de escasez hídrica tienen un promedio superior al 80% de su población rural en los segmentos D y E. Esto se debe a que la sequía afecta las fuentes económicas, impidiendo salir de los segmentos de pobreza más profundos.
En cuanto a los hallazgos por zona geográfica, el estudio arroja que las cuencas con mayor brecha hídrica están en las regiones de Arica y Parinacota, Atacama, Coquimbo y Valparaíso. Asimismo, las comunas rurales de la IV y V regiones presentan carencia de agua potable y vulnerabilidad mayor al 80%. En Andacollo, Combaralá y Putre, más del 95% de la población pertenece a los segmentos socioeconómicos D y E y presentan carencia de agua potable por red mayor al 67%. En zonas rurales de La Serena y Ovalle, más de 1.200 viviendas se abastecen por camión aljibe, donde la vulnerabilidad es mayor al 85%.
No podemos seguir obviando esta crisis que afecta a nuestro país. ¡Qué estamos esperando! Necesitamos aumentar la cobertura de agua de calidad, mejorando la gestión de las cuencas, tanto en innovación como en vinculación de todos los actores, para lograr por fin emparejar la cancha. Debemos educar a la población, las autoridades deben implementar las políticas necesarias, las industrias deben mejorar sus procesos para optimizar y cuidar el recurso.
El agua, su disponibilidad y gestión, no puede estar ausente de la actual discusión país. Debe ser parte central de la agenda social y de los profundos cambios que están sucediendo hoy en Chile.