Muchos podemos pensar que encontrar un pirata en altamar es algo que sólo podría ocurrir en la época de Francis Drake. Desafortunadamente, éste es un problema que aqueja gravemente a naciones como Somalia, país africano sobre el cual se sostuvo en Londres una importante Conferencia Internacional.
Esta conferencia involucró principalmente a los líderes de Somalia y de otros países de la región. Pero también participaron países de otras zonas del mundo y organizaciones internacionales como la ONU y la Unión Africana. En la actualidad global, la inseguridad de un país y su impacto en los mares cercanos afecta a muchos otros países. Juntos, acordamos que es el momento indicado para poner en marcha una serie de medidas prácticas para ayudar a Somalia a recuperarse y encarrilar su situación. Respecto a la piratería, el gobierno británico y las Islas Seychelles establecerán un nuevo centro anti-piratería con la ayuda de otros socios. Su objetivo será procesar a los líderes, negociadores aleatorios y otros intermediarios, para así romper el ciclo del negocio de la piratería.
Asimismo, quedó claro que el gobierno de transición de Somalia no puede continuar prorrogándose. El pueblo somalí tiene que tomar una decisión respecto a la forma que adoptarán sus futuras instituciones públicas. Además, el proceso político debe permanecer abierto para aquellos que estén dispuestos a rechazar la violencia, incluso quienes en estos momentos se encuentren en zonas bajo el control de grupo terrorista Al Shabaab.
Nuestro objetivo es el de implementar mecanismos para reducir la corrupción, reconstruir la confianza y asegurarnos de que los fondos somalíes y de los donantes se inviertan de forma apropiada y transparente en el suministro de servicios.
La comunidad internacional ha acordado que ayudará a AMISOM (las tropas de la Unión Africana) a alcanzar Mogadiscio. Una nueva resolución de Naciones Unidas ha aprobado el incremento de las tropas y un nuevo paquete de equipamiento. El gobierno británico anunció que haría una aportación de 15 millones de libras y varios países más continuaron en esta línea.
Somalia ha sufrido una hambruna terrible durante el último año. En la conferencia también se ha subrayado la necesidad de encontrar donantes de todo el mundo que continúen contribuyendo de forma generosa a la crisis y que puedan proporcionar ayuda con base en dicha necesidad únicamente.
No debemos hacernos ilusiones respecto al tiempo que nos va a tomar conseguir cambios transformacionales en Somalia. Nuestro enfoque ha de ser realista y sobrio. La situación no va a generar un cambio radical después de una sola conferencia.
La respuesta está en la cooperación internacional. Un país aislado no puede resolver sus problemas. Necesita el apoyo de sus vecinos y socios. Por eso organizamos esta conferencia, para impulsar la ayuda internacional a Somalia y para enviarle a su pueblo una señal de que cuenta con nuestro apoyo. Sin embargo, en última instancia, y a pesar de la comprometida ayuda internacional, el cambio está únicamente en manos de los propios somalíes.
*Esta columna fue publicada originalmente en Excelsior.com.mx.