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Detrás del síndrome de la felicidad en Cali, Colombia
Vie, 16/09/2016 - 08:57

Lina Martínez

Colombia: ¿cómo cerrar las brechas étnico-raciales en educación superior?
Lina Martínez

Lina Martínez es la Directora del Observatorio de Políticas Públicas de la Universidad Icesi (Colombia).

Las diferentes mediciones de felicidad o bienestar subjetivo, muestran que los colombianos somos muy felices. De acuerdo con datos ampliamente usados en la literatura como el Gallup World Poll, América Latina es una de las zonas más felices del mundo y en la región, Colombia es uno de los países que reporta mayores niveles de felicidad. En el 2013, el 39% de los Colombianos encuestados por Gallup declararon que les gustaba lo que hacían y se sentían motivados con sus vidas; 38% consideran que tiene buena salud física y el 46% indican que tienen buenas relaciones afectivas.Estos datos concuerdan con la medición nacional en la que se muestra que el 85% de los residentes de las grandes ciudades del país se declaran muy satisfechos con sus vidas. 

Los datos de CaliBRANDO, encuesta realizada anualmente por el Observatorio de Políticas Públicas –POLIS- de la Universidad Icesi, van en la misma dirección. En una escala de 1-10, un caleño promedio declara que su satisfacción con la vida es de 8.5. Lo que les hace falta para estar completamente satisfechos es más plata, casa propia y trabajo. La medición de POLIS, también está en línea con los hallazgos de la literatura en los países desarrollados. Las personas casadas son más felices, el desempleo disminuye la satisfacción con la vida, hombres y mujeres se declaran igual de satisfechos y los hijos no tienen mayor efecto en el bienestar de los individuos. 

Los caleños también son muy optimistas. En los años en que se ha realizado la medición, más del 80% de los encuestados considera que el próximo año la condición económica de su hogar va a mejorar y el 70% está conforme con su estándar de vida  -las cosas que puede comprar y hacer con los ingresos que percibe-. 

A pesar de las buenas noticias, hay muchos otros factores que subyacen a tan elevada satisfacción y optimismo. Uno de los aspectos que más llama la atención en los análisis, es la baja estabilidad laboral y financiera de las personas que responden la encuesta. Menos del 36% de los encuestados tiene ahorros para vivir al menos por tres meses en caso de perder su empleo. Dentro de la población que actualmente está empelada, el 33% se encuentra conforme con el tipo de contrato laboral que tiene y sólo el 58% de las personas encuestadas en el 2016 consideraban que iban a mantener su trabajo en los próximos 6 meses. De igual manera, 18 de cada 100 encuestados se declara pobre en términos económicos. Todos estos factores inciden negativamente en los niveles de satisfacción.

Una alta proporción de los caleños encuestados considera que se encuentran en muy buen estado de salud (alrededor del 80%). Sin embargo, las tasas de obesidad y sobrepeso en la ciudad están subiendo. Casi la mitad de las personas que participaron en el estudio durante los tres años de medición, presentan obesidad o sobrepeso. Las cifras se mantienen relativamente estables, pero cada año sube uno o dos puntos porcentuales (las mediciones muestran una tendencia muy similar a la que es reportada en el país por la encuesta nacional de situación nutricional). Este es un factor de alta relevancia para el gobierno. Está demostrado por múltiples estudios, que la obesidad está correlacionada con problemas cardíacos, diabetes y otras condiciones prevenibles. Además de representar un detrimento en la calidad de vida de los individuos, es un costo adicional para el sistema de salud público. 

Para contrarrestar el sobrepeso y la obesidad, hay dos caminos que recomiendan los médicos: hacer ejercicio y comer más saludable. El 97% de los encuestados afirma realizar algún tipo de actividad física al menos dos veces a la semana. Si este no es el camino para la reducción de las tasas de obesidad y sobrepeso, entonces habrá que poner más énfasis en la calidad de los alimentos que los individuos consumen. La debatida propuesta del Ministro de salud de aumentar los impuestos a las bebidas azucaradas es un claro ejemplo de la intervención del gobierno en el tema. 

56% de los encuestados dice que está satisfecho con su peso, pero hay una diferencia por género. Mientras que el 64% de los hombres está bien con su peso, sólo el 48% de las mujeres lo está, a pesar de que la prevalencia de sobrepeso y obesidad es más alta entre los hombres. Como dato curioso, el sobrepeso y la obesidad no afectan en nada la satisfacción con la vida. En Cali, ser flaco o “rellenito” no tiene ninguna relevancia en términos de satisfacción personal.

La encuesta también indaga por salud mental y física (número de días en los que se sintió enfermo físicamente o estresado/deprimido en el último mes). El 11% de los encuestados afirmó que durante el último mes tuvieron al menos siete días en los que se sintieron deprimidos, estresados o con problemas emocionales. El 14% reportó que se sintieron enfermos físicamente. Las mujeres, en una proporción mayor, reportaron más días de mala salud mental o física. Distinto al caso de sobrepeso y obesidad, sentirse enfermo (física o mentalmente), tiene una incidencia negativa en la satisfacción con la vida y el efecto es mayor entre las mujeres. 

Desde el 2016, CaliBRANDO incluye un módulo dedicado a entender algunos patrones de consumo, aspiraciones y acceso a servicios financieros de la clase media. Este año, más de 1,000 personas hicieron parte del estudio. Los resultados muestran que el 40% de los individuos que participaron en el estudio tienen una cuenta de ahorros en una institución financiera y el 19% posee una tarjeta de crédito. Como es de esperarse, entre más bajo el estrato socioeconómico, menor el acceso a productos financieros formales.  Esto muestra los bajos niveles de bancarización y acceso a crédito en la ciudad, y particularmente lo marginalizados que están las personas de menos recursos del sistema financiero regulado. 

El principal activo en el hogar de las personas de clase media, es su vivienda (27%), algún electrodoméstico (22%) y una moto (13%). El 17% de los encuestados afirma que en su hogar no hay un activo de gran valor. 23% pagaron el activo usando un crédito con una entidad financiera.

En términos de consumo en bienes y servicios no necesarios, encontramos que el 55% de los participantes salió a comer al menos una vez en los 30 días anteriores a la aplicación de  la encuesta, el 25% fue a cine, 43% pagó por servicios de peluquería, y el 4% pagó por una membresía a un gimnasio o por servicio de trabajo doméstico. En los últimos tres meses, el 49% gastó en la compra de ropa para uso propio, 15% compró libros o revistas, 14% invirtió en muebles y 3% realizó algún gasto en la remodelación del hogar. 26% se fue de vacaciones en el último año y el 22% ha salido alguna vez del país. Como dato adicional, se encontró que el 16% de los encuestados manifiesta que tiene dificultades para pagar sus deudas y el 20% de los encuestados gasta en lotería, siendo la gran mayoría de los estratos más bajos.

En este módulo de clase media también se realizaron varias preguntas para aproximar la relación de esta población con el gobierno. Los datos muestran que el 48% votaron en las pasadas elecciones y sólo el 18% votó por el candidato porque le gustaron sus propuestas. También se encontró una alta aprobación de la ayuda directa del Estado a la población menos favorecida. Más del 75% está de acuerdo en que se les de vivienda gratis y transferencias condicionadas de dinero.      

En términos generales, los datos de CaliBRANDO muestran a una población altamente satisfecha con sus condiciones de vida y con un gran optimismo en el futuro cercano. Los datos también revelan que buena parte de la satisfacción de los caleños proviene de factores personales, como las relaciones familiares, sentimentales y el estado de salud, por mencionar solo algunos. También se encontró que la satisfacción de los caleños no está relacionada de alguna manera -al menos no estadísticamente- con la gestión del gobierno. Uno de los aspectos más innovadores de CaliBRANDO es que permite asociar la satisfacción declarada de los individuos con factores personales y los que son propios del gobierno. En este ejercicio, se ha encontrado que los encuestados establecen claramente que su felicidad no es atribuible al gobierno.   

En la encuesta se pide a los entrevistados que califiquen la acción del gobierno en diversos aspectos de la gestión pública. Seguridad y transporte, son los factores que consistentemente reciben la peor calificación. En consecuencia con este resultado, se encontró que las personas que conocen a alguien o han sido víctimas de algún tipo de actividad delincuencial, tienen menores niveles de satisfacción con la vida. De igual manera, aquellos que tienen un vehículo propio motorizado (y no tiene que usar el sistema de transporte público), están mucho más satisfechos con sus vidas.  

También se encuentra que las tasas de homicidio y la falta de espacios públicos tienen un impacto muy alto en las condiciones de salud de las personas que viven en los distritos con mayores niveles de crimen y menos disponibilidad de áreas de esparcimiento. Las personas que viven en zonas con estas características presentan una mayor prevalencia de enfermedades mentales, físicas y obesidad.

CaliBRANDO es el único estudio estadísticamente representativo a nivel de ciudad en el país que genera una medida permanente y comprensiva de satisfacción con la vida. En términos generales, se encontró una población satisfecha y feliz, pero esto no es necesariamente atribuible a la gestión del gobierno. Se concluye que los caleños pueden diferenciar la satisfacción que proviene de factores personales de aquellos que son responsabilidad directa del gobierno local. La seguridad, movilidad y generación de empleo son probablemente los aspectos que los caleños esperan que mejoren en el futuro cercano. 

Otro de los mensajes que deja el análisis de los datos es que existen muchos factores que subyacen a la felicidad de los caleños. En la superficie, pareciera que la felicidad está equitativamente distribuida en la población. Sin embargo, detrás de este síndrome generalizado de satisfacción con la vida hay aspectos que no son tan obvios. Las diferencias por género son importantes. Particularmente, las mujeres reportan con más frecuencia sentirse deprimidas o estresadas. A las mujeres les afecta más la falta de ahorros y sentirse pobres. También se encuentran diferencias por etnia, las personas que se auto identifican como afrodescendientes e indígenas están menos satisfechos. Llama la atención el generalizado optimismo financiero de la población cuando hay una proporción tan alta que no percibe tener un trabajo estable, la baja tasa de ahorros y la reducida proporción de personas que cotizan para pensión.

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