Si a un elector poco atento a la política latinoamericana -y específicamente a la venezolana-, le comentaran que en próximas elecciones se enfrentan dos coaliciones: Gran Polo Patriótico (GPP) y la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), poco o nada podría decir. Distinto es cuando se le informa que GPP apoya la reelección de Hugo Chávez y MUD al opositor Henrique Capriles Radonski.

Así expresado, esta es una campaña donde los candidatos son los importantes, no las coaliciones y menos los partidos. Y saber quién triunfará se vuelve relevante, ya que el que gane se lleva todo y el que pierde lo pierde todo.

Responder a lo anterior sólo está en manos de las encuestadoras venezolanas, las que desde 1958 buscan -en el mejor de los casos- predecir y en el peor, incidir en los resultados.

Si se toman las predicciones para las elecciones realizadas el 2006, se debe reconocer que todas las empresas encuestadoras acertaron sobre el triunfo de Chávez. El problema es que no fueron certeras en los porcentajes, ya que todas superaron sus errores muestrales.

Ahora bien y como era esperable -cual más cual menos-, todas han sido cuestionadas, tanto dentro de Venezuela como desde el exterior: entre las que puedo mencionar están: GIS XXI; HINTERLACES; IVAD y DATA ANALISIS.

Dicho lo anterior, para el 2012, todas las encuestas dan como ganador a Chávez, tal como muestro en el cuadro siguiente:

La diferencia importante, más allá de los porcentajes que se le asigna al triunfo de quien va a la reelección y la derrota del principal desafiante, son los indecisos. Sin bien, las diferencias entre encuestadoras son estadísticamente significativas, si todos los indecisos terminaran votando por Capriles, esto no alteraría el triunfo de Chávez, sólo lo haría más estrecho.

Expuesto el punto, y si asumimos que las encuestas de opinión son consideradas como el instrumento más científico de la ciencia política, entonces ya sabemos lo que queremos saber: quién es el ganador en las próximas elecciones en Venezuela.