1.- En dos años tendremos nuevo presidente. Se asume que no se adelantan las elecciones, no hay hipótesis de falta de gobernabilidad a la vista. Los tres presidentes de alto impacto en la vida de los argentinos: Alfonsín, Menem y Néstor Kirchner todavía nos dejaron como legado gestiones con sabor a poco en esta democracia joven que está por cumplir 30 años. El panorama electoral está atomizado para octubre y para 2015. No hay un Capriles en la oposición, pero tampoco un Chávez en el poder.

2.- Desde el espacio K se pretendió llegar a un tercer mandato. Hoy luce muy poco probable. Directamente la apuesta era Cristina Fernández de Kirchner. En su defecto algún candidato como Daniel Scioli supone la continuidad del proyecto oficial. En contra del objetivo electoral de Cristina Kirchner se presenta una economía que seguramente seguirá creciendo poco durante 2014 y 2015 si es que no tiene una recesión. A pesar de mucho gasto público clientelar y una fuerte cooptación de intendentes y gobernadores a través de la manipulación fiscal de las partidas presupuestarias las urnas no dieron votos suficientes. En contra del proyecto hegemónico también está el desgaste natural por diez años de gobierno. Los datos duros de las elecciones con sólo 30% para el kirchnerismo del electorado y las encuestas posteriores denotan un alto voto anti K. La oposición, por su parte, no está pasiva ni caótica pero dista todavía de ser una fuerza política consolidada para derrotar al kirchnerismo. Esta incertidumbre y atomización juegan a favor de las fórmulas oficialistas. Sin embargo la popularidad de la presidenta está baja a fines de 2013. La economía no logra cambiar esta tendencia negativa entre otras cuestiones porque la pobreza, la inflación y el estancamiento no ceden. En general el consenso si hubiese re re (muy poco probable) es que si pudiese ganar Cristina Kirchner en la primera vuelta en el ballotage perdería por el efecto Menem 2003 (Hay mucho voto anti K).

3.- No es el momento de hacer una análisis profundo de los candidatos de los espacios que disputan la presidencia al oficialismo: el peronismo disidente o renovador y el panradicalismo (radicalismo más socialismo). Además de estas dos grandes fuerzas políticas está la izquierda que no puede ser nunca una alternativa al poder y eventualmente el proyecto del PRO. Repasemos el perfil de ciertos políticos, varios sin vocación presidencial y algunos retirados.

Duhalde: Ha figurado poco en la campaña si bien siempre está el fantasma de su regreso. Su imagen según Poliarquía es negativa pero su influencia importante. Con experiencia, amigo de muchos varones del conurbano, sólido en una provincia de gran peso electoral, experiencia de gestión en un momento difícil, garantía aparente de gobernabilidad. En contra su baja popularidad. Posee una imagen negativa que pareciera que nunca pudo revertirse. El 6% del 2011 fue categórico y lo sacó del ring.

De Narváez: Posee una imagen positiva baja, ganó en la provincia electoral por excelencia que es Buenos Aires al frente kirchnerista en 2009. Fue su máxima plenitud. Buen manejo en la TV, mensaje claro, habla bien. Con buenos equipos de trabajo. Aspira a liderar el peronismo. Cara algo gastada de la política que se quemó con el fracaso de su alianza con el PRO y conla fusión de fuerzas con Ricardo Alfonsín para la presidencial del 2011. Massa le ganó la posición. Su gestión como diputado fue relativamente intrascendente. Un dato adicional no menor, no es argentino nativo. De Narváez ha hecho una campaña pobre, con el apoyo de Moyano sabiendo tomar impulso de la base peronista en cierto modo cercana a Duhalde expresó la demanda genuina por caras nuevas en la política. Tuvo una buena relación con el electorado, mensajes claros y dos aliados importantes en Solá y Pro para constituir el miedo mayor del kirchnerismo en 2009. No sabemos si habrá acercamiento o polarización con Massa, parece más lo segundo. Para la economía es importante que este espacio progrese ya que desde el punto de vista de las ideas está constituido por una postura afín al mercado y a la libertad económica.

Solá: Es un cuadro sólido del peronismo. Gobernó Buenos Aires lo que no es poco. Representa un espacio importante del peronismo progresista. Tiene un carisma acotado. Su pasado menemista no lo contamina para la política. Supo despegarse. No se lo ve como la vieja política y es funcional al proyecto de Massa.

Urtubey: Quiere jugar, es joven , valioso pero le faltan por ahora horas de vuelo en la política. Fue siempre K y ahora puede ser perjudicado por una opción tan marcada con propósitos electorales.

Reutemann: Pudo ser un candidato ganador pero respondió con evasivas y no terminó de definirse. Pudo ser Presidente en el 99 y en el 2003 y no quiso competir. Es cuestionable si alguien sin voracidad de poder, por eso mismo seduce, puede ser candidato. En Santa Fe no lo hizo mal aunque tiene críticos. Es una persona honesta y esto le suma puntos. Es moderado yeso tiene fuerza después de un período de tanta crispación como el que estamos transitando. Ya fue, como dicen los chicos.

Macri: Es un candidato difícil de ubicar ya que no es del peronismo tradicional. Representa el voto típico de la centro derecha (Nueva Fuerza, Ucedé, Cavallo, Lopez Murphy, etc. al que se suman peronistas y radicales). Es el voto que valora mucho los temas de libertad económica y modernización. La gestión le da puntos a Macri, aunque con muchos frentes de conflicto y logros sin duda en su período pero quizás no suficientes. Es cierto que tuvo ataques directos desde el gobierno nacional. Tiene buena imagen, se lo ve firme en gestión (Estrategia obsesiva del asesor Durán Barba). Suma a su carisma la gestión en Boca. Tiene gente valiosa cerca. Expresa la renovación de la política tan declamada en el 2001 y de la que en esta década vimos poco porque claramente el proyecto K fue más de lo mismo. Michetti le suma caudal electoral por su buena onda y sentido ético y común. La aparición de Massa en el escenario le quita mucha fuerza electoral.

Carrió: Líder de un espacio que expresa una crítica certera a la oficialismo. Su lucidez y lateralidad de pensamiento se neutralizan en sus visiones poco operativas a la hora de sumar, de eso se trata en definitiva la política y sino veamos a Fernando Enrique Cardozo o a Lula. Brillante en su ataque a la corrupción, muy buena en la oposición. Todos tenemos dudas si funcionaría en el Ejecutivo. En Capital en las últimas PASO se reinvindicó con un electorado que en general le fue fiel. A nivel nacional ha perdido seguidores.

Alfonsín: Vigente por el recuerdo de su padre que es el contraste perfecto al modelo de la política de los K. Destaca por su llaneza y simpatía, por su manejo de cámaras de TV, pero esta imagen positiva que es alta no necesariamente se traduce en intención de voto. Su presencia es importante para volver a oxigenar a una UCR muy golpeada desde el fracaso de la Alianza y que de a poco se va recuperando, muy lejos de lo que fue en los gloriosos 80.

Morales-Sanz: Los presentamos juntos por ser muy similares sus posibles jugadas en la política. Pareciera que todavía son parte de la reserva, han crecido mucho como líderes de la oposición y se los va a ver activos en los dos años que quedan por delante antes de la elección.

Cobos: Para algunos todo fue por ese famoso voto a las 4 de la mañana sumado a ser el número 2 del Ejecutivo con lo que ganó en visibilidad. Para otros hay muñeca y ha podido resistir en el cargo, lo que demuestra cintura política. Es una figura con imagen positiva desde hace mucho tiempo. Podría ser el candidato del espacio radical en 2015.

Binner: Proviene del espacio socialista, gobernó la segunda provincia por PIB del país, es un candidato progresista que tiene bajo carisma. No se lo ve como Presidente, tiene un techo de 15% sin hacer alianzas. Quizás como figura de apoyo integrando un frente puede ser un cuadro interesante. Le falta proyección nacional.

Stolbizer: Seguramente perderá puntos de la mano de Massa. Funciona en parte la hipótesis del voto útil. Es ya un referente nacional, ideas muy claras, honestidad, quizás más funcional a un electorado más instruído. Cabe tener en cuenta que su fuerza puede crecer hacia el 2015, liderada por ella, Alfonsín y otros radicales.

Pino Solanas: Sus argumentos van al plano nacional, por ejemplo el debate sobre la recuperación de la renta petrolera o la crítica a las mineras. Representa el más genuino nacionalismo de centro izquierda que algo influye sobre todo en cierta porción del electorado progresista porteño.

Este repaso general de candidatos no está ordenado por importancia, es una parcial revisión de las figuras, sólo algunas pueden disputar a la presidencia. En lo que se refiere al oficialismo existe un único jugador que es Scioli.

Soldado fiel al kirchnerismo, su figura es naturalmente carismática, con una gestión de gobierno de dudosa efectividad. Un político que estuvo siempre con los que detentaban el poder, antes Menem y después Duhalde. Un verdadero cuadro justicialista, con mensaje ambiguo y para muchos un híbrido. Es candidato firme a ser Presidente usando la maquinaria oficial en su provecho, en los sondeos de opinión mide bien.

En definitiva muchos actores para el 27/10, un gran combate en el Gran Buenos Aires y las especulaciones para la semana después en la cual se digieran los números de las urnas y se replantee un nuevo tablero político del país que posicione los candidatos de cara al 2015.

4.- La estructura de partidos debilitada explica en parte este fenómeno argentino de 80% de voto justicialista impensable en España, Chile, o en Estados Unidos con tanta oferta. Veremos cómo se plantean las internas o los mecanismos de consenso partidario. Así está la Argentina electoral. Claramente no hay un candidato claro a barrer con la elección como en el 83 o en el 89. Los ciudadanos están esperando la renovación de la política por un lado y por el otro con una fuerte apatía por ir a votar (en las PASO sólo 75%) como se demuestra sistemáticamente desde el retorno de la democracia.

5.- Hacia un nuevo tablero político de país vamos en octubre. Para la economía estas elecciones son importantes. Para la política mucho más. En el corto plazo influirán en los resultados electorales en el nivel del dólar y la fuga de divisas. En el mediano y largo serán claves los votos de octubre 27 para el posicionamiento inversor. Si se consolida la hipótesis del poskirchnerismo y de que ha terminado el ciclo K puede ser favorable para la inversión futura ya que en este gobierno la confianza ha disminuido mucho asociada al incremento significativo del riesgo país desde 2007.

6.- Se está viviendo una campaña intensa y concentrada en el tiempo con un nivel pobre de debate y en la cual se juegan asuntos importantes. Se trata de la clásica elección intermedia en la cual se intenta validar al gobierno de turno. Recordemos lo duro que fue para Alfonsín perder la mayoría de las provincias en el 87 en un día negro para el radicalismo como fue el 6 de septiembre. Para el kirchnerismo no será el final y todavía hay esperanzas de recrear un frente oficialista que compita en el 2015 pero esta cuestión re eleccionista está más acotada dada la pérdida importante de popularidad del oficialismo en las PASO. El deterioro comenzó con la crisis del campo y se agravó por el estilo presidencial hegemónico y por la dinámica propia de la fase de “vacas flacas” junto a inflación instalada en el modelo populista.

7.- En Capital se dio un triunfo relativo de Michetti que el macrismo oportunamente sabrá aprovechar, pero no ha sido una elección contundente. Carisma y capacidad de comunicación es Gabriela. Todo lo que no tiene Prat Gay que la supera ampliamente en el debate técnico y de políticas públicas.

8.- Llama la atención como la oposición se encuentra desarticulada. El partido hegemónico también se encuentra dividido y en cierto modo la elección en la provincia de Buenos aires es una gran interna del justicialismo. De esta elección saldrá el candidato a conducir el PJ que es por naturaleza verticalista.

9.- Las elecciones del Ecuador de este gobierno refuerzan la continuidad del peronismo en el poder. Esto es un dominio muy extendido del tablero político por parte del justicialismo. En solo pocos años han ocurrido muchos eventos importantes en la contienda política y se ha alterado de modo significativo el posicionamiento de los principales dirigentes públicos. Cayeron los referentes de la que podríamos llamar la vieja generación peronista: Menem y Duhalde. Se consolidaron Macri y Scioli. El gran vencedor de la elección PASO fue Sergio Massa.

10.- Entender la política ha sido clave siempre en la historia económica argentina y en particular en un contexto como el actual con tantas tareas de reconstrucción institucional pendientes. El sistema económico no funciona de modo autónomo y en piloto automático como si fuera “a la italiana”, país donde se renueva la cúpula política y cambia incluso el gabinete pero la economía sigue su rumbo. Las conexiones entre ciclo político y ciclo económico son marcadas en nuestro país. Podríamos decir que para la economía argentina en particular la política y las instituciones importan.

11.- Viajemos por un momento al pasado en concreto a elecciones abril de 2003. La persona más votada entonces, Carlos Menem, hoy casi no existe como referente político en el imaginario colectivo. Rodríguez Saa que llegó a tener la mayor intención de voto en septiembre de 2002 está básicamente acotado a su proyección a nivel provincial. Reutemann, supuestamente el ganador natural abdicante de las elecciones del 2003, desapareció como actor de primera escena. No quiso correr en su momento la carrera hacia la victoria y está virtualmente en boxes. Funciona sin mayor vigencia nacional y “fuera de las pistas” de la política grande. Carrió cara nueva entonces que se potenció con ocasión de la crisis del radicalismo aparentemente sigue en carrera a nivel capitalismo aunque su elección nacional fue un fracaso. Junto con López Murphy ocuparon espacios políticos residuales cedidos por el radicalismo después de la virtual pulverización del partido de mayor antigüedad de nuestro país. La pulverización que no parece ser tal a mediano plazo porque hay chances de un resurgimiento federal de la UCR como hemos visto en las recientes PASO.

12.- La gran novedad de la política de los dos últimos meses es sin duda Sergio Massa que lleva a repensar el futuro del kirchnerismo. Kirchner era un gobernador más sin mayor vuelo nacional. Sin embargo con mucha energía replicó la dinámica feudal de su modelo de gestión en Santa Cruz en el plano nacional e instaló una hegemonía pragmática que quiso perpetuarse en el poder a través de su esposa. La división de poderes y la existencia de un grupo de partidos políticos de genuina oposición impiden la reforma de la Constitución y la hegemonía K.

13.- El gobierno enfrenta una elección clave en el mes de octubre. La economía de los próximos meses hay que entenderla en buena medida y con mayor razón desde una perspectiva que incluya el análisis político. Vienen tiempos de refuerzo en el control sobre los precios que sean fijables por el gobierno para contener la inflación y de gasto público creciente como ya lo estuvimos experimentando a lo largo de toda la gestión. Para la economía K los resultados de octubre no alterarán el rumbo general de la administración pero quitarán claramente oxígeno político a los defensores de las diversas políticas públicas oficialistas si se da una nueva derrota electoral como ocurrió en las PASO de agosto.

14.- Algunas consideraciones para poder leer el teatro de operaciones después de esta elección. En primer lugar una pregunta central es que pasará con el justicialismo. Hay dos visiones complementarias. La división del peronismo en la provincia de Buenos Aires entre Scioli y Massa se corresponde, según la posición pesimista de una fragmentación del partido hegemónico, con consecuencias negativas posteriores en el plano de la gobernabilidad. La otra lectura que plantea una versión más optimista y pragmática es aquella que entiende que las divisiones del peronismo nunca son fracturas definitivas. En cierto modo el Partido se dobla pero no se quiebra. “Para un peronista no hay nada mejor que otro peronista” dice la famosa frase del general y aplica para esta oportunidad aunque cabe reconocer que se está frente a cierta tensión. El movimiento siempre se encolumna detrás del líder escogido a la hora de las decisiones de fondo. El líder es quien conduce y es el jefe natural del Partido. No habría entonces división a diferencia del caso de la UCRI al abrirse de la UCR a fines de los 50 cuando Frondizi pateó el tablero y años después con los votos del peronismo llegó al poder. En el peronismo no hay tantos principios, hay sobre todo conducción y poder. En este caso se asume que incluso con una elección general con diferentes listas no se presentarían divisiones. Sin embargo cabe tener en cuenta que por primera vez desde el 46 el peronismo llegó dividido a una elección general en el 2003. Recordemos que en el ´73 existían diferencias muy profundas entre la patria “peronista” y la “socialista” pero todos votaron por Cámpora o por Perón.

15.- La fractura del peronismo donde una nueva modalidad de hacer política de corte no populista, sin conductas propias del clientelismo y de mayor respeto a las instituciones es sin duda un escenario interesante para pensarlo como posible. Es la nueva visión de la política del país lo que para muchos se consagra con el triunfo de Massa. Por lo que hemos observado en estos dos años de gestión K a la hora de la verdad y si a los hechos nos remitimos no es todavía tan nítida la diferencia con la vieja política lo que su estilo aporta. Aunque ha habido intentos de cambio hay mucha inercia todavía del viejo estilo.

16.- A casi 40 años de la muerte de Perón pareciera que en octubre el peronismo no va hacia un camino de ruptura y disolución. ¿Qué opina la oposición del futuro del peronismo? El discurso apocalíptico de Carrió es equivocado en el sentido de plantear la fragmentación justicialista aunque siempre vivaz y sugerente. El PJ por esencia se encolumna ante un nuevo liderazgo que supere los anteriores de Cafiero, Menem, Duhalde, Néstor y Cristina Kirchner. Es probable que ese líder nuevo del PJ sea Massa por su edad y porque es creíble para los intendentes que lo apoyan. Pudo ganar en Buenos Aires que es la plaza fuerte electoral.

17.- Existe el riesgo en esta futura elección de apatía electoral, algo que no es bueno para la democracia. Se percibe una indiferencia cívica importante en el 40% del electorado y en particular muchos jóvenes no conectan con la carga ciudadana de elegir autoridades. Muchos esperan en definitiva poco de la clase política y de allí la importancia de rescatar las promesas de una renovación genuina del nuevo peronismo y de las opciones alternativas que se vayan consolidando.

18.- Para concluir, debemos prestar atención a la provincia de Buenos Aires para hacer una extrapolación de lo que pueda suceder en la Nación. Antes de que Massa ganara las elecciones PASO bonaerenses parecía que no existían los problemas que hoy el oficialismo está admitiendo. No había inseguridad, inflación y la presión tributaria sobre el salario era acorde a muchos países del mundo. Percibimos que el oficialismo tiró demasiado de la cuerda, y hubo candidatos que supieron captar esa falencia del gobierno nacional. Si Massa hubiera sido candidato oficialista es posible que hubiera ganado con mayor ventaja, pero decidió afrontar las elecciones como oposición, y tuvo propuestas que le daban una respuesta a los problemas de la gente. El frente renovador propuso varios proyectos de ley concernientes a cada tema relevante. Con respecto a la inseguridad contempló una propuesta que organizaba policías municipales. Para el impuesto a los salarios propuso subir el mínimo no imponible, y para compensar la pérdida recaudatoria planteó crear un impuesto a la renta financiera. Este último proyecto fue implementado en estas semanas por el gobierno nacional. Hecho que se asemeja a la asignación universal por hijo propuesto por Elisa Carrió y promovido luego por el Gobierno Nacional en 2009 ante la derrota electoral.

19.- Indudablemente Cristina Kirchner posee una gran capacidad para hacer política. Logró posicionar a un candidato desconocido como Insaurralde en la Provincia de Buenos Aires, distrito electoral que cada vez pesa mas a la hora de ganar las elecciones nacionales. Sin embargo, el oficialismo no se anticipó al surgimiento de un candidato como Massa. En política es muy importante el momento. Hay candidatos que pueden tener un porcentaje muy bajo de aceptación y en un momento pueden ser protagonistas. Massa, ademas de proponer soluciones y tener un equipo económico sólido, llega en el momento justo. Por un lado, al haber sido parte del gobierno kirchnerista puede garantizar algunas de las políticas que el electorado cree que deben perdurar en el tiempo. Por otro lado, al ubicarse en la vereda opuesta sabe qué problemas posee el oficialismo, y tiene conocimientos de los programas del gobierno actual. El estilo de no confrontación potencia su candidatura y se centra en encontrar respuestas antes que perder fuerzas en peleas. Adicionalmente, el trabajo que realizó en Tigre permite que se posicione como presidenciable en 2015. Falta mucho tiempo para las elecciones presidenciales. Por lo pronto en octubre veremos si se siguen polarizando los candidatos y si más oficialistas se van hacia las filas de Massa.

20.- Si realizamos un breve recorrido por alguno de los otros candidatos nacionales podemos mencionar al Jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri. La estrategia del dirigente del PRO se caracterizó por ser de pura gestión y no logra nacionalizar el partido, salvo buenos resultados en Santa Fe, Cordoba y Entre Rios. La principal amenaza que tiene Macri es que Massa le saque protagonismo ante una posibilidad de polarización con el gobierno nacional. Por otra parte, desde el kirchnerismo más radical candidatos como Zanini o Alicia Kirchner carecen de aceptación y carisma para el electorado. En tanto, Binner presenta un proyecto acotado a Santa Fe. Si bien posee un nivel de aceptación muy grande en la provincia donde fue gobernador, no logra nacionalizar su propuesta y consolidar la muy buena elección del 2011.

De cualquier forma, sondeos empresarios denotan que los políticos a largo plazo con mayor potencial son Scioli, Massa, Macri y Urtubey. De la Sota también quiere ser presidente, pero en un principio debería aliarse con algún candidato para poder tener alguna posibilidad. A pesar que desde el 2007 se viene anunciando el final de ciclo y el post kirchnerismo, ninguna fuerza política pudo construir una alternativa genuina al FPV. Hoy, tras la victoria de Massa en provincia, la diferencia entre el intendente de Tigre y el candidato oficialista estimada para octubre llegaría a ser de un 15%. Sin embargo, la carta del gobierno para luego de las elecciones legislativas puede ser Daniel Scioli. El gobernador de la provincia de Buenos Aires mantiene una buena popularidad, es un buen tiempista y tiene un discurso esperanzador. Su principal inconveniente es que viene realizando una gestión regular. Aunque no haya antecedentes de que un gobernador de la Provincia de Buenos Aires termine siendo presidente, Scioli es un buen candidato para disputar las elecciones presidenciables 2015.

En esta búsqueda de candidatos que logren mejorar la gestión y no pelear ante extremos opuestos, el que presida en 2015 es posible que sea de centro, alguien ubicado entre la década del 90 y la última década.

21.- Otros candidatos que fueron protagonistas en estas PASO fueron Alfonsín y Stolbizer. Juntaron un buen caudal de votos que es difícil de que vayan hacia otro candidato. En este sentido, el radicalismo mantiene una fuerza considerable en las intendencias. Por su parte De Narváez es el claro ejemplo de que no es su momento, en contraste con 2009. En cambio Elisa Carrió aprovechó la coyuntura electoral y realizó una buena elección en ciudad de Buenos Aires. Provincia de Buenos Aires y la ciudad autónoma no son las únicas que rechazaron la propuesta oficialista en las PASO. Hubo otras plazas importantes que no convalidaron la gestión kirchnerista durante este periodo.

22.- Para realizar un análisis algo más exhaustivo deberíamos prestar atención a los factores económicos ya que estos afectan en gran proporción al voto independiente, quien conforma un tercio del electorado. En este sentido, sorprende que en las últimas elecciones quienes tienen menos recursos en el Gran Buenos Aires votaron por la oposición. La política es muy dinámica pero el proyecto hegemónico de la re-re elección se va diluyendo. El peronismo que es una opción de poder sin ideología no tiene un claro sucesor después de diez años de gestión y la inquietud que siempre queda es si habrá gobernabilidad después de octubre en caso de que el oficialismo pierda.

Además, para las próximas elecciones presidenciables es probable que siga la sospecha de fraude, ojalá que no existan tales presunciones. Tal vez, un posible escenario de las próximas elecciones donde es muy difícil estimar a dos años vista podría ser de la siguiente manera: En primera vuelta: Scioli 35%; Massa 35%; UCR + Binner 20% y Macri 10%. En segunda vuelta ganaría Massa con 55% y Scioli quedaría con el 45% de los votos.

Es relevante comprender que dependerán mucho los resultados de la gestión y la comunicación. Los intendentes del conurbano, por ejemplo, fueron los protagonistas de esta elección. Evidentemente hubo una evaluación de la gestión municipal, o por lo menos una gran política de difusión de la gestión en cada municipio. Habrá que mirar de cerca los indicadores sociales de cada municipio y/o provincia para poder obtener alguna idea de apoyos electorales futuros.