El momento dorado de la economía peruana produce que todos los ojos estén puestos en el Perú y eso, gracias a Dios - y a la continuidad del modelo económico -, parece que se mantendrá en el corto y mediano plazo (y ojalá que en el largo).
A pesar de que somos un país minero (queramos o no), también nos hemos convertido en los últimos años en “la tierra prometida” para los retailers, no sólo de la región sino también del mundo. El mayor poder adquisitivo de la población en todos los NSE, pero sobre todo la “explosión” en los ingresos de los NSE que pueden denominarse como “clase media” o “clase media baja”, y hasta algunos de los estratos considerados como pobres, combinado con la acelerada demanda por modernidad de los peruanos, han hecho que el retail aflore como uno de los motores más importantes de nuestra economía.
Para repasar acerca del potencial de esta industria en el país, empecemos por lo más simple y obvio: el Perú tiene una de las penetraciones de retailers más bajas de la región. Diferentes expertos hablan de una penetración de entre el 30% y 45%. Más allá de la exactitud de la cifra, se debe considerar que el Perú tiene una de las penetraciones de retail más bajas de la región. Mirando las cifras fríamente, se puede concluir muy fácilmente que hay bastante terreno para crecer.
En esta línea, se me ocurre que el avance del retail siembra (o sugiere) una serie de oportunidades, obviamente para los propios retailers (que son los principales ganadores en todo esto), pero también para la población en general en todos sus estratos. Así, podríamos tomar nota de las siguientes oportunidades que se abren:
•Brindar servicios complementarios al retail: esta industria necesita servicios complementarios de todo tipo, desde los técnicos y específicos hasta labores no tan especializadas como, por ejemplo, algo tan simple como servicios de taxis, los cuales se podrían organizar (como sucede en algunos puntos de Lima) y brindar servicios personalizados a los clientes de centros comerciales, supermercados o tiendas por departamentos.
•Revalorización de las zonas aledañas a los retailers: a pesar de los problemas de tráfico automovilístico que sufre la ciudad de Lima, las zonas en las cuales los retailers se posan, reciben influencias positivas de revalorización inmobiliaria, sobre todo, en los distritos de menor poder adquisitivo ubicados en las Limas Este, Norte y Sur. Fenómeno contrario sucede en los barrios acomodados de la capital, labor de salvaguarda que está en manos de las municipalidades.
•Especializaciones en oficios demandados por los retailers: ¿existen personas con labores especializadas en carmes, pescados u otros? Sí las hay, el boom del retail demanda que se concentren cada vez más en sus trabajos en función a la especialización de la demanda y la oferta de los supermercados locales.
•Especializaciones en carreras técnicas demandadas por los retailers: dentro de las cadenas de valor de este tipo de organizaciones, existen labores técnicas que necesitan conocimientos específicos que muchas veces, en el mercado nacional, muy pocas personas las poseen.
•Especializaciones profesionales en retail: las gerencias altas y medias de estos negocios necesitan de profesionales debidamente formados y especializados en el manejo del retail. Así, los gerentes con conocimientos sólidos en este rubro, son muy demandados en el boom actual por lo que especializarse formalmente en estos temas, puede ser muy rentable para los jóvenes profesionales.
Estas son sólo algunas de las oportunidades que el retail ofrece a todos los peruanos. Ojalá exista un interés concreto y más agresivo porque, al parecer, las oportunidades -salvo honrosas excepciones-están siendo aprovechadas sobre todo por inversionistas extranjeros; lo cual no tiene nada de malo pero, los inversionistas nacionales y la población peruana en general, deberían aprovechar el boom del Retail Moderno que estamos viviendo, de una manera más intensa e innovadora. Es el momento adecuado para subirse a la ola.