En los últimos días el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) de Colombia divulgó el reporte de comercio exterior para el primer trimestre del 2015. Las cifras no son positivas, ya que las exportaciones a marzo de 2015 disminuyeron 30% con respecto al mismo periodo en 2014, pasando de US$13.500 millones a US$9.400 millones. Esta tendencia se ha mantenido por tres años, después de que las exportaciones alcanzaran su máximo histórico en 2012, con un total de US$60.120 millones.
Pese a lo anterior, el Valle del Cauca se ha mantenido estable en los últimos años, vendiendo un poco más de US$2.000 millones al año, mientras que las exportaciones del primer trimestre de 2015 sólo cayeron 1% comparadas con las de 2014. En este contexto, la principal interrogante del colombiano del común es: ¿los TLC han servido para algo?
Para responder esta pregunta lo primero que debe aclararse es que el mayor contribuyente al comportamiento negativo de las ventas externas fueron los combustibles y la minería con una variación negativa del 40%. Las manufacturas, por su parte, disminuyeron sólo 7%. Mientras que el grupo agropecuario, alimentos y bebidas, creció 14%. ¡Qué bueno volvernos un país exportador de alimentos!
Para el primer trimestre del 2015, comparado con el mismo periodo en 2014, la disminución en las exportaciones se hacen notorias con grandes variaciones hacia Estados Unidos (32%) y China (74%). Por otro lado, crecen las ventas a Alemania (31%) y a Japón (40%).
Los resultados en las relaciones con Estados Unidos son bastante particulares, pues si bien la tendencia a la baja empezó en 2011, es en 2012 y tras la firma del TLC, que pareciera intensificarse, generando una balanza comercial negativa. Sin embargo, si excluyéramos las exportaciones minero-energéticas, las exportaciones hacia territorio norteamericano han mantenido una tendencia de crecimiento de 8% anual en los últimos 20 años. Incluso en 2014 este crecimiento superó el 10%.
Los resultados para el Valle del Cauca han sido un poco diferentes al contexto nacional, pues nuestro departamento no es un exportador de commodities como petróleo o carbón; por el contrario, exporta manufacturas y productos para las industrias alimenticias principalmente. Aunque es Antioquia quien ocupa el primer puesto en las exportaciones por departamento de origen, excluyendo petróleo y sus derivados. Para el periodo enero-marzo de 2015 lidera con US$1.100 millones, mientras que el Valle del Cauca empieza a ganar terreno con US$440 millones exportados en el mismo periodo. En cifras anuales, el Valle aumentó sus exportaciones 9%, entre 2013 y 2014, destacándose el aumento del sector agroindustrial (38%) y metalmecánico (16%). Los principales destinos de las exportaciones vallecaucanas son Venezuela y Ecuador; Estados Unidos ocupa el quinto puesto en el ránking, pero empieza a ganar participación.
En particular, entre 2013 y 2014, las exportaciones hacia Venezuela con origen en el Valle aumentaron en más del 50%, pasando de US$293 millones a US$464 millones. El Valle del Cauca principalmente exporta hacia el país vecino productos de las industrias alimenticias, en especial las relacionadas con snacks (bombones, chocolates, galletas y confitería en general) y productos de aseo, como jabones y productos de higiene bucal. Los bombones, caramelos y confites son los que explican esencialmente el crecimiento de las exportaciones, de US$125 millones vendidos en 2013, a US$305 millones en 2014. Ahí es donde destacan Aldor, Cadbury-Adams y Colombina como las principales empresas proveedoras.
Con las cifras globales sobre la mesa, los beneficios de los TLC no parecieran estar presentes, pero excluyendo las exportaciones de productos minero-energéticos, especialmente el petróleo y sus derivados, el panorama cambia. Las exportaciones sin combustibles hacia Europa han crecido 7%, destacándose los aumentos hacia Alemania y Bélgica. Además, según ProColombia, tan sólo a Estados Unidos están llegando 1.885 nuevas empresas con 434 nuevos productos que se benefician directamente del TLC, de las cuales 116 son del Valle del Cauca. Así pues, los beneficios de los tratados sólo empezarán a ser visibles del todo a mediano plazo: el mayor reto para el país, entonces, es modificar su oferta exportable y reducir la dependencia de los combustibles fósiles.