Uno de los temas favoritos de los peruanos, desde hace un buen tiempo, es Nadine Heredia, la joven esposa del presidente Ollanta Humala, quien ha impuesto un estilo muy particular al rol de primera dama, logrando una gran popularidad, al punto de que se ha convertido en una figura presidenciable.

Todos hablan de Nadine. La prensa, las encuestas, los analistas, los usuarios de las redes sociales; todos tienen en ella un centro de atención permanente, casi una obsesión que se inició después de la juramentación de su esposo como presidente del Perú el 28 de julio de 2011. Esa semana, uno de los grandes temas de buena parte de la prensa local fue… el vestido que usó Nadine en tan importante ceremonia nacional.

La carismática primera dama, que en mayo de este año continúa con una popularidad de 60%, tiene una actuación protagónica en el gobierno mediante su presencia y declaraciones públicas en múltiples actos oficiales en los que aparece sola o acompañando al presidente y los ministros de diferentes sectores.

“Todos los ministros la llamamos y le ofrecemos actividades para que nos acompañe; no siempre puede ir a todas. Hay una diferencia en la cobertura periodística y el interés de determinados públicos en participar cuando ella va o no”, afirmó hace pocos días la ministra de desarrollo e inclusión social, Carolina Trivelli. En otras palabras, Heredia se ha convertido en pieza clave del marketing gubernamental.

Ofrece declaraciones en nombre del gobierno en diferentes temas, pero su imagen está principalmente asociada a los programas sociales, que es el punto clave de la gestión del presidente Humala, y su mejor espacio social como contrapeso al giro a la derecha que hizo respecto a su estatista propuesta inicial de campaña, a inicios de 2011.

El fuerte protagonismo de Heredia ha originado una gran reacción de sectores de oposición que ven en ella una peligrosa rival en las presidenciales de 2016. Entre otros argumentos, se le acusa de que estaría utilizando recursos públicos para sus objetivos electorales y que su elección significaría un continuismo, al que con agudeza Alan García ha llamado “reelección conyugal”.

De alguna manera, la futura postulación de Nadine habría sido confirmada por ella misma y por el presidente Humala al evadir el tema en todos los idiomas o simplemente decir que “no está en agenda”. No lo han negado y “quien calla otorga”.

No obstante, el artículo 107 de la Ley Orgánica de Elecciones del 29 de setiembre de 1997 dice que “no pueden postular a la presidencia o vicepresidencias de la República (…) el cónyuge y los parientes consanguíneos dentro del cuarto grado, y los afines dentro del segundo, del que ejerce la presidencia o la ha ejercido en el año precedente a la elección”. Se recuerda que esta disposición de la ley tuvo nombre propio y su propósito fue impedir la postulación presidencial de la ex esposa de Alberto Fujimori, Susana Higushi, quien no ocultaba sus aspiraciones presidenciales luego de una separación y un divorcio en muy malos términos.

Pero la ley es cuestión de interpretación y está subordinada a la Constitución Política de 1993, que en su artículo 110 dice: “Para ser elegido Presidente de la República se requiere ser peruano por nacimiento, tener más de treinta y cinco años de edad al momento de la postulación y gozar del derecho de sufragio”. De manera que la Constitución no establece restricciones para que cónyuges presidenciales puedan postular.

¿La ley o la Constitución? Eso se verá en su momento, que puede llegar si hay una consulta previa o con la postulación de la candidatura. Corresponderá al Jurado Nacional de Elecciones y al Tribunal Constitucional pronunciarse sobre el tema.

Entretanto, la agenda de las presidenciales de 2016 se ha adelantado nada menos que tres años y la última encuesta de la consultora GFK coloca a Nadine Heredia en primer lugar empatada con Keiko Fujimori, ambas con 24% de intención de voto. 

Dentro de la fragmentación de la política peruana, Heredia tiene hoy una intención de voto mucho mayor a la del ex ministro de economía Pedro Pablo Kuckzinski (10%), los ex presidentes Alejandro Toledo (8%) y Alan García (6%), y el ex alcalde de Lima, Luis Castañeda Lossio (7%). Obviamente estos números de las encuestas variarán demasiado, pero no dejan de mostrar el potencial electoral de Nadine Heredia.