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Petro-cajero para Guatemala
Mar, 10/04/2012 - 21:55

José Raúl González Merlo

La luz de Otto
José Raúl González Merlo

José Raúl González Merlo es catedrático de Finanzas y Economía en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Francisco Marroquín (Guatemala). Posee una licenciatura en Administración de Empresas en esta misma casa de estudios superiores y un MBA en Finanzas y Economía de University of Rochester, NY. Actualmente es vicepresidente Financiero de Grupo Progreso y es miembro de la junta directiva del Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN), además de  columnista de opinión en Prensa Libre (Guatemala).

“La cabra siempre tira al monte”, dice el refrán: el nuevo gobierno de Otto Pérez ahora apoya lo que bloqueó siendo el partido de oposición: Petrocaribe. Con una factura petrolera anual de más de Q25 mil 500 millones, ingresar a Petrocaribe representaría pagar la mitad al contado y endeudar al país por la otra mitad; potencialmente Q12 mil 500 millones (más de US$1.590 millones)… ¿Quién puede resistirlo? ¡Viva Chávez! El precio del petróleo subió. Petrocaribe se convierte en una opción sexy para el nuevo gobierno. Hugo Chávez promete financiar la mitad del petróleo que compremos bajo el esquema que él inventó.

El asunto consiste en pagar la mitad de la factura petrolera al contado y la otra al crédito. El plazo del financiamiento puede ser de hasta 25 años. La tasa de interés sería del 1% anual. Hoy no se puede conseguir dinero más fácil y más barato. “El espíritu será fuerte, pero la carne es débil”, dice otro refrán. El gobierno cayó en la tentación. Luego de negarle esta posibilidad a la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), sus declaraciones públicas exponen que “estudian” cómo poder recetársela para ellos.

Desde la perspectiva del interés ciudadano, Petrocaribe fue una pésima idea bajo el gobierno de la UNE y sigue siendo una pésima idea del gobierno del Partido Patriota. No hay incitativa más descabellada que invitar a un alcohólico a una fiesta all you can drink. Petrocaribe se traduce en dinero fácil. Entregar dinero fácil a este o cualquier otro gobierno es abrir las puertas al comportamiento irresponsable. Y, si algo hemos aprendido de los gobiernos recientes es que la deuda pública ha crecido, y seguirá creciendo, de manera irresponsable. Más bien, la pregunta que hay que hacer a estas alturas del partido es ¿qué beneficio nos han reportado los casi Q100 mil millones de deuda pública interna y externa que ya debemos? Y, por favor, no quieran vernos la cara de pendejos -otra vez- diciendo que el dinero del próximo endeudamiento se usará para eliminar la desnutrición infantil, salud y educación. Si no lo pueden hacer con el presupuesto actual de Q60 mil millones...

El proceso de entrar formalmente a Petrocaribe está avanzado gracias a que el gobierno anterior firmó el convenio con Venezuela. Sin embargo, echarlo a andar tiene importantes retos operativos. Las condiciones de Chávez implican crear una empresa estatal de petróleo que sería la que importe y distribuya los combustibles. Esa pieza es fundamental para manejar la compra de hidrocarburos y que el gobierno sea el deudor. No obstante lo anterior, la oferta es tan tentadora que, quizás, deje espacio a la creatividad oficial para solventar esos problemas. Como quiera que sea, los ciudadanos debemos rechazar, de la manera más enfática, esta nueva forma de endeudarnos para hipotecar, sin beneficio, el futuro de hijos y nietos.

En una movida que ya se está volviendo costumbre, el presidente Pérez sigue resucitando iniciativas del gobierno anterior. Si los electores votaron por un cambio, deberíamos ver un cambio de políticas y no un gobierno que recicla, para su beneficio político, aquello que criticó y rechazó cuando estaba en la oposición.

*Esta columna fue publicada originalmente en PrensaLibre.com.