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Proyecto Conga para el Perú: ¿alguien tiene una idea mejor para hoy?
Jue, 12/04/2012 - 20:59

Emilio Humberto García

Perú, marca país: ¿estamos preparados para que nadie nos pare?
Emilio Humberto García

Emilio Humberto Garcia Vega es profesor, consultor, asesor de empresas, e investigador de Estrategia Empresarial y Marketing. Licenciado en Administración y MBA de la Universidad del Pacífico (Lima, Perú). Ha desarrollado libros y publicaciones diversas en los temas mencionados, además de realizar asesorías, dictado de cursos y seminarios en el Perú, Argentina, Uruguay, Guatemala y Costa Rica. Es docente de la citada universidad desde 2003 e investigador asociado de la misma. Es especialista en Planeamiento, Implementación y Control de Estrategias Empresariales y de Marketing. Autor de los libros “¿Con quién compite nuestra empresa?” (2013), “¿Cómo generar Valor en las empresas” (2012), “¿Qué hace especiales a las empresas?: La Ventaja Competitiva a inicios del Siglo XXI” (2011) y “Una Aproximación al Retail Moderno” (2011).

¿Si no sale Conga, saldrán otros proyectos de esta naturaleza? ¿Si no sale Conga crea un precedente frente a cualquier otro proyecto minero de esta envergadura? Creo que esa es la principal preocupación en los ámbitos empresariales peruanos y los relacionados con los intereses económicos del país. Es claro que estamos en una democracia y que se deben respetar las opiniones, ideas, creencias e intereses de todos. A pesar que nuestros indicadores económicos son muy favorables, es claro que la sensación de riesgo puede aparecer entre los inversionistas y muchos de los avances de las últimas décadas pueden paralizarse, lo cual perjudicará no solo a los empresarios o a los niveles socioeconómicos más altos, sino principalmente a los más pobres. ¿Los que protestan, son conscientes de esto? No nos olvidemos que en la economía muchas veces las sensaciones y rumores pueden destruir construcciones tangibles y concretas.

Seguir tomando medidas de protestas en las calles es muy peligroso, ya que además de tornar el país más riesgoso (y no solamente para los inversionistas, sino también para todos nosotros), éstas son caldo de cultivo que pueden generar violencia en cadena y desestabilizar el régimen de Ollanta Humala, el cual -hayamos o no votado por él-, es nuestro presidente democráticamente elegido y bajo todos los instrumentos constitucionales que existen en el país.

Además, este escenario es aprovechado por movimientos violentistas, criminales y anacrónicos que ante el olvido de nuestra historia, ganan adeptos entre los más jóvenes, los cuales brillan por su desinformación, la cual es resultado no sólo de su falta de interés en averiguar acerca de su propia historia, sino que como país no hemos hecho nada para que -de verdad- recordemos lo que tenemos que recordar.

Parece que en el Perú el que no está de acuerdo con algo tiene el “total derecho” de tomar las calles, quemar llantas, tirar piedras, entre otros; y emprenderla contra todo lo que cree que está en contra de sus intereses. Esta semana, por ejemplo, en Puno hubo protestas violentas porque subieron los precios de los pasajes universitarios; hace algún tiempo recuerdo haber visto protestas violentas en una universidad de provincia porque el menú de la cafetería había subido de precio, y hace algunos días hubo hasta muertos hubo, debido a protestas por la construcción de un penal. Pregunto: ¿este es el país que queremos?, ¿esto es democracia?, ¿esto lo que la derecha, el centro y la izquierda quieren para el Perú?

Esta bien que hagamos públicas nuestras opiniones y que nos quejemos de lo que nos parece incorrecto pero, ante décadas de silencio, nuestra sociedad parece haber encontrado en la protesta violenta la forma adecuada de expresarse, de quejarse, de hacerse escuchar. Esto nos daña a todos por que a la larga nos desune y el Perú -justamente en uno de sus mejores momentos económicos de su historia -, lo más que necesita es estar unido.

He escuchado muchas propuestas frente a Conga y a la minería. Mi pregunta es: concretamente, ¿qué opciones tenemos para seguir generando desarrollo económico de forma inmediata? No me refiero a proyectos o buenas intenciones o a potencialidades del país en el mediano o largo plazo, me refiero a actividades que hoy mismo puedan generar el desarrollo e impacto económico en nuestro país, es decir, en este momento (a abril de 2012).Nadie está defendiendo a una élite empresarial. Es más, me parece perfecto que su actividad sea ciertamente regulada ya que la minería durante décadas históricas estuvo bastante libre, por ejemplo, en lo que respecta a temas ambientales; simplemente, creo que a muchos nos cuesta entender que el proyecto de un país medianamente desarrollado es de largo plazo y a la minería legal, en este momento -queramos o no-, la necesitamos, por lo que deberíamos enfocarnos en aprovecharla más que en ilusamente, tratar de erradicarla.

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