Por favor, si usted es conservador no se escandalice y, si es más bien liberal, no se entusiasme, pues si recibe una citación para una reunión topless, aunque el término suene a encuentro informal, lo único que le están pidiendo es que concurra a la cita sin su laptop o sin su netbook y sin su celular, ya que está comprobado que estos y otros elementos electrónicos terminan siendo los invitados de piedra que entorpecen y alargan innecesariamente las reuniones.
Aunque resulte curioso, los impulsores de esta iniciativa fueron nada más y nada menos que los ejecutivos de las compañías de Sillicon Valley, valle estadounidense próximo a San Francisco que por décadas ha sido el corazón y motor de la industria informática tecnológica.
Las principales razones esgrimidas para prohibir el ingreso de estos artefactos a las salas de conferencia de las empresas fue que fomentaban la mala educación, por cuanto era frecuente que, mientras uno de ellos estaba exponiendo, al menos una parte de los presentes se dedicaba a revisar y contestar sus correos electrónicos o recibiese llamadas telefónicas y, por otra parte, porque la realización de múltiples tareas atentaba contra la eficiencia en todas ellas.
Esto último quedó de hecho demostrado en el estudio que realizó en el año 2009 el profesor Clifford Nass, de la Universidad de Stanford, y que concluyó que muchos nativos digitales que responden al perfil de “multitasker” (es decir, que realizan varias tareas a la vez) presentan dificultades en cuanto a concentración, retención de información y focalización en el dato más relevante.
Para evitar entonces la falta de cortesía y no disminuir la eficiencia de la empresa a causa de las reuniones, parece de toda lógica que antes de convocar a una se establezcan claramente sus objetivos, se informe previamente a los participantes los asuntos a tratar y se evite siempre el abordar temas que interesan solamente a un par de los convocados, ya que para combatir el aburrimiento, no hay duda que: los tablets, teléfonos móviles, blackberrys, iPhones y palms, resultan ser muy buenos aliados.