El mercado accionario mexicano no ha escapado de la incertidumbre generada por el Brexit, disparando una corrección en el Índice de Precios y Cotizaciones de la Bolsa de México (IPC) que supera el 4% en las últimas dos sesiones. A pesar de ello, y como sucede en cualquier turbulencia, podrían existir algunas oportunidades en el mercado local.
“La volatilidad continuará conforme se asimile este importante evento. Derivado de lo anterior, creemos que en un entorno como el actual se podrían generar atractivas oportunidades de compra para aquellos inversionistas con un perfil de mayor riesgo. En este sentido, recomendamos elegir emisoras defensivas con suficiente bursatilidad y sólidos fundamentos. En nuestra opinión, algunas de las emisoras más relacionadas al consumo interno y que cumplen con estas características son: Ac, Grupo Aeroportuario del Sureste (ASR), Lala, Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMAB), Grupo Aeroportuario del Pacífico (PAC), Soriana y Walmex”, dijeron los analistas de Banorte.
Por otro lado, pensamos que los inversores podrían mostrar un poco de cautela hacia aquellas empresas que tienen operaciones en Europa. Entre ellas, América Móvil (AMX) o Cemex (CX).
Si bien los expertos consideran que la aversión al riesgo resultante de la votación a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE) continuará en los siguientes días, la afectación sobre México será más acotada en las siguientes semanas.
“Aunque la incertidumbre continuará en el corto y mediano plazo sobre el Brexit, seguramente será mucho más moderada en México, a menos que haya factores adicionales, como una mayor caída en los precios del petróleo, mayor fortaleza del dólar o debilidad de la economía de los Estados Unidos. También esperamos que la Bolsa y el tipo de cambio se recuperen más rápido ante la posibilidad de que la Reserva Federal estadounidense mantenga sin cambios sus tasas de interés el resto del año, aunque todavía falta que los flujos terminen de reacomodarse”, consideran nuestros colabores de MetAnálisis.
Los analistas de Actinver opinan que la mayoría de los efectos del Brexit deberán trasladarse a la economía mexicana sólo a través de variables financieras debido a que el comercio bilateral es acotado.
Cabe señalar que la exposición económica de México al Reino Unido es relativamente limitada, con apenas 0,7% del comercio internacional destinado a dicho país. En consecuencia, se espera que el efecto del Brexit sobre las emisoras mexicanas sea centrado en la exposición a variables económicas como el tipo de cambio y las tasas de interés, y no en una alteración en la perspectiva de utilidades generadas en negocios basados o expuestos al Reino Unido.
Las empresas con endeudamiento elevado, obligaciones y estructura de costos con dependencia al tipo de cambio, así como obligaciones basadas en tasas de interés variables serán las que sufrirán más, igualmente en los casos en donde la obligación en moneda extranjera no corresponda a la generación en moneda local. No es sorpresa, entonces, que entre los nombres que han sido más afectados tenemos casos como Cemex (CX), Empresas (ICA) y OHLMEX, aunque las dos últimas no tienen exposición directa al Reino Unido, y en el caso de Cemex parece pesar la estructura financiera, más que la operación local”, añaden los analistas de Actinver.
Destaca el caso de Cemex (CX), quien perdió solo este lunes un 6,63%.
“Es importarte tener en cuenta que aún prevalece un alto grado de incertidumbre respecto a los tiempos y el proceso de salida del Reino Unido de la UE, por ende, el impacto en las cifras de la compañía. Con información disponible, las operaciones en Europa representan cerca del 10% del Ebitda de la compañía. Previo a este evento, la guía de Cemex mostraba cifras conservadoras respecto a la variación de volúmenes de venta para el presente año. Del lado positivo, lo anterior podría estar parcialmente compensado por mejores estimaciones en los Estados Unidos (25% Ebtida consolidado), en donde el sector residencial mantiene indicadores saludables”, señalan los analistas de BX+.
*Esta columna fue publicada originalmente en Sala de Inversión.