Algunas de las claves para que las organizaciones alcancen sus metas organizacionales está en contar con equipos fuertes y sólidos porque en el vertiginoso mundo empresarial actual, la conexión entre las personas es más importante que nunca.
Cuando construyes una narrativa interna sólida, se crea una fuerza laboral comprometida que no solo comprende la misión de su empresa ¡sino que la vive y comparte con el mundo! Para esto, es clave conseguir que los colaboradores se entusiasmen con la marca y se conviertan en embajadores de ella.
Este nivel de compromiso, se verá reflejado no solo en la productividad y la calidad del trabajo, sino también en la creatividad y la innovación, ya que los equipos se sienten empoderados para aportar nuevas ideas y soluciones, fortaleciendo aún más la cultura organizacional y contribuyendo así al éxito empresarial.
Gran parte de la magia en una organización se basa en una comunicación efectiva. No se trata de enviar mensajes todo el tiempo; es hacerlos llegar de un manera que resuenen en el corazón de cada miembro del equipo y con una lógica basada en una estrategia y para ello, hay distintas formas de lograrlo. Desde campañas creativas a acciones personalizadas, pero lo importante es entender que todas las organizaciones son diferentes y aunque las formas pueden variar, la meta es una sola: unir y alinear a los equipos a través de un propósito y sentido de pertenencia.
La innovación y la creatividad son la varita mágica que impulsa el crecimiento. Hoy en día, el bombardeo que reciben las personas en sus redes sociales, nos deben impulsar a pensar en ideas poco convencionales y apuntar a formas frescas y creativas que despiertan la magia en cada rincón de la empresa. Un equipo inspirado es un equipo innovador, que no solo busca soluciones, sino que redefine los problemas y toma en cuenta la diversidad de perspectivas y enfoques que pueden existir.
Por lo mismo, incorporar una mentalidad de cambio y de aprendizaje continuo en la cultura de la empresa es esencial. Esto implica no solo comunicar la visión actual, sino también estar preparados para ajustar y modificar esa narrativa a medida que surgen nuevas oportunidades o desafíos.
Es fundamental también potenciar un clima laboral positivo, debido a que se traduce en productividad y retención de talento. Los resultados no lo son todo, de ahí la importancia de preocuparse del bienestar del equipo junto al sentido de pertenencia, además, de crear un ambiente laboral positivo y colaborativo.
Lo anterior, se refleja en las cifras. Actualmente, los empleados conectados con la cultura están un 68% menos propensos al burnout o agotamiento laboral, 3,7 veces más comprometidos con su trabajo y pueden, incluso, mejorar su performance hasta en un 56%. Además, están un 55% menos dispuestos a buscar activamente otro trabajo.
Asimismo, buscar resultados tangibles en cada acción interna es una buena instancia para medir las métricas empresariales. Muchas organizaciones creen que las acciones de recursos humanos y comunicación interna no son relevantes a la hora de revisar resultados, pero ha quedado demostrado que acciones relevantes podrían aumentar la productividad de los equipos.
En definitiva, fomentar una narrativa interna que abraza la flexibilidad y la adaptabilidad no solo inspira, sino que también fortalece la resiliencia de una empresa que es capaz de adaptarse a los cambios inevitables que surgen en el camino hacia el éxito.
Poner en marcha estos puntos internamente ayudan a potenciar, alinear y alcanzar las metas de la organización, junto a objetivos establecidos estratégicamente, donde se describan los resultados esperados para que guíen los esfuerzos de los colaboradores.