Estás en una reunión, alguien propone una idea que tú piensas que es terrible. ¿Qué haces? Decir exactamente lo que piensas podría dañar la relación, pero responder con algo diplomático como "me parece interesante" no es ser íntegro con tu verdad. Entonces, ¿qué hacer?
Aunque no lo creas, existen personas que van por este mundo diciendo lo que realmente piensan, son libres, cuidan sus relaciones y logran mucho éxito. La clave es aprender a hablar desde la verdad profunda. Un músculo lamentablemente desarrollado por pocas personas, aquí te muestro cómo.
Lo primero es entender que no se trata de maquillar o edulcorar tu respuesta, se trata de lograr dar la respuesta más efectiva, la más exitosa en función a lo que realmente estás buscando. Lo que buscas por un lado es hacer saber que estás entendiendo y te estás poniendo en los zapatos del otro, pero sobre todo deseas que el otro se ponga en tus zapatos, te entienda y tome de la manera más plena tu respuesta.
Las personas que no entienden esto dicen: "Yo soy así, directo, no endulzo mis respuestas". Esto muchas veces es una licencia para dar respuestas totalmente poco efectivas y que finalmente no ayudan en nada a lograr lo que realmente buscan. ¡Falacia total!
La idea es que imagines que hay una escalera interna por la que debes bajar unos peldaños para de ahí sacar lo que debes de decir. La premisa es que si quieres decirle no a algo, es porque quieres decirle sí a otra cosa. Esa otra cosa es más interna, es totalmente válida y muy fácil de entender y aceptar por el otro.
Entonces, reaccionas y piensas decir algo, y debes de bajar un peldaño, diciendo: ¿Por qué creo esto? Ahí va a salir una primera respuesta. Y luego con esa respuesta sigues, puedes bajar cuantos peldaños quieras. Mientras más lo hagas más fácil te va a ser hablar desde la verdad profunda.
Por ejemplo, alguien dice: "Deberíamos invertir en esta nueva plataforma." Tú piensas que es una muy mala idea y se debe a que esa persona no tiene experiencia, no tiene idea de lo que está hablando. Pero al preguntarte ¿Por qué crees que es una mala idea? Descubres que te preocupa que el problema no se resuelva totalmente con una plataforma, es decir, no invalidas la solución, solo que no está completa. Y si sigues bajando en más peldaños te das cuenta que en realidad el punto es que te preocupa la empresa y como quieres lo mejor para ella, para ti y para todos deseas que ese proceso sea exitoso y si la causa no está alineada con la solución te preocupa (¿Qué hay de malo en esto?), todos estos puntos son válidos y se basan en algo positivo y constructivo. Si con esto logras dar una respuesta como: “Tal como tu, yo deseo que esta solución realmente funcione, y lo que me preocupa es que para mi la causa del problema está en el proceso y la plataforma, no dejaría de pensar en una plataforma, pero lo haría luego de mejorar el proceso”.
En situaciones más complicadas, como cuando alguien critica tu trabajo, es vital gestionar tus emociones. Si alguien dice: "Este informe está muy mal hecho," podrías responder: "Me preocupa mucho lo que dices porque he puesto mucho esfuerzo en esto. ¿Podrías decirme por qué crees que está mal?" Así, te mantienes calmado y buscas entender la crítica.
Recuerda, puedes caminar por la vida y en tus reuniones de trabajo diciendo siempre lo que piensas, sintiéndote libre y seguro. La clave es encontrar la forma más efectiva de expresarte. ¡Empieza hoy mismo y verás cómo tus relaciones y tu confianza se transforman!
Como todo lo realmente valioso en esta vida, es algo fácil de entender, pero difícil de hacer.