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Cómo impulsar el cambio y acelerar el crecimiento en 2021
Mié, 10/02/2021 - 09:21

Nicolás Goldstein Perahia

Nicolas Golstein de Accenture
Nicolás Goldstein Perahia

Presidente Ejecutivo de Accenture Hispanoamérica

Es la hora del cambio. El impacto del COVID-19 ha acelerado significativamente la adopción de la tecnología y ha establecido la transformación digital como una agenda de crecimiento clave para las empresas en todas las industrias. Con un mundo que se acelera aún más hacia lo digital, el nuevo año es una oportunidad para reflexionar sobre el pasado y abordar 2021 con una nueva mirada. De esa forma, las organizaciones podrán seguir siendo relevantes, mantenerse a la vanguardia y ser competitivas en este desafiante entorno empresarial y económico.

En ese contexto de cambio, en primer lugar, está el tan comentando propósito. El que sea un tema del cual se habla por todas partes, no le resta la gran relevancia que tiene. Las personas reconocen la importancia del propósito y han empezado a pedir cuentas a las empresas. Los consumidores son entre cuatro y seis veces más propensos a comprar, confiar y defender a las compañías con un propósito sólido. Las empresas deben considerar el impacto negativo de seguir la Doctrina Friedman −que aconseja que la responsabilidad de una empresa es para con sus accionistas− frente a liderar con un fuerte propósito defendido por el liderazgo.

En segundo término, las organizaciones deben reinventarse para alcanzar velocidad. La pandemia ha puesto a prueba a las compañías hasta el punto de romper sus modelos organizativos, lo que les ha llevado a adoptar nuevas formas de trabajar a gran velocidad. Las jerarquías tradicionales están siendo sustituidas por estructuras planas que potencian la toma de decisiones, aumentando la capacidad de las empresas para rendir mejor a escala y con rapidez. Para crecer más rápido, las organizaciones deben mirar más allá de sus modelos actuales para formar nuevas asociaciones y paradigmas de flexibilidad y agilidad.

En tercer lugar, el futuro (y el presente) está en el e-commerce. La pandemia aceleró años de crecimiento del comercio digital en unas pocas semanas, poniendo las ventas online en un máximo histórico. De acuerdo con un estudio reciente de Accenture, incluso entre aquellas personas que no eran usuarios frecuentes del comercio electrónico, su uso aumentó un 156% y esos consumidores afirman que post pandemia, seguirán usando los canales digitales. Para aprovechar el rápido aumento del e-commerce, las empresas deben acelerar y optimizar los canales de comercio digital B2B y B2C. A medida que los clientes exigen rapidez y eficiencia, la experiencia del cliente se convierte en un imperativo para superar a la competencia.

La experimentación es también clave, porque no hay innovación sin experimentación. Construir una cultura en ese sentido es un paso fundamental para ser competitivo, y empieza por aprovechar los datos para la experimentación iterativa. Como dijo una vez el fundador de Amazon, Jeff Bezos, "el fracaso y la innovación son gemelos inseparables". Empresas nativas digitales como Amazon, Apple, Google, Facebook y Alibaba han adoptado el poder de la experimentación para innovar con éxito y ofrecer mejores experiencias y servicios a los clientes. Prueban pequeñas ideas nuevas para ver qué funciona y qué no, con el objetivo final de lanzar nuevos productos, mejorar las experiencias de los clientes y desarrollar nuevos modelos de negocio.

Finalmente, está la data. La transparencia de los datos se ha convertido en uno de los elementos clave del compromiso de los clientes. Con el aumento acelerado de la digitalización, la cantidad total de datos creados, capturados y consumidos en todo el mundo se duplicará con creces de aquí a 2024. Enfoques centrados en el cliente que dan a los consumidores claridad y control sobre sus propios datos personales, definirán la personalización y la experiencia del cliente en el futuro.

En el nuevo año, mientras nos recuperamos de esta crisis, tómese el tiempo para considerar cómo será el futuro de su empresa. La rápida transición a una nueva normalidad dependerá de la rapidez con que las organizaciones adopten nuevas prácticas, tecnologías e innovaciones. El momento de avanzar es ahora.