Tras el surgimiento del caso Fundaciones en Chile, cabe preguntarnos si podríamos haber evitado esto y si hay alguna forma de prevenir la corrupción y combatirla a tiempo. Hoy no hay excusas, existen métodos para detectar situaciones como éstas a sólo un click, que además son accesibles a pequeñas, medianas y grandes empresas y que gracias a la tecnología pueden implementarse con facilidad.

Es por esto, que el compliance (o el correcto cumplimiento de las normas corporativas) es de vital importancia, debido a su efectividad contra la corrupción y el lavado de dinero. 

El compliance y su gestión busca asegurar que las empresas u organizaciones de todo tipo cumplan con las leyes, normas y regulaciones a través de una estrategia que promueve la transparencia, los valores y la responsabilidad para evitar - de la mejor manera- acciones corruptas y lavado de dinero junto con identificar y sancionar cualquier acción ilegal que se detecte.

Al implementar este sistema de gestión se desarrolla tanto en los empleadores como en los colaboradores una ética que incentiva a seguir las reglas, leyes y buenas prácticas que requiera el sector o industria. Además de obligarnos a estar atentos a cualquier señal de incumplimiento grave de las normas con antelación y, así también evitar multas, sanciones y mala reputación para proteger el negocio y aumentar su crecimiento porque es una importante oportunidad para impulsar la excelencia empresarial y la confianza en el mercado.

Gracias a la tecnología de hoy en día, a través de softwares, este trabajo se puede implementar y realizar eficientemente. Un ejemplo, son las herramientas de inteligencia artificial que analizan velozmente cientos de miles de datos por segundo. Lo cual nos ayuda a adelantarnos, prevenir y reducir casos de fraudes internos o externos y corrupción.

Asimismo, también se pueden crear canales de denuncia, en el cual se puedan reportar actividades sospechosas o inapropiadas manteniendo el anonimato del informante, incentivando la responsabilidad y la transparencia, ya que se puede denunciar sin temor a represalias.

Por lo anterior, hoy no hay justificación para no implementar, automatizar o autoimplementar el compliance en una empresa sin importar su tamaño, permitiendo así monitorear y garantizar un continuo cumplimiento de las leyes en tiempo real para crear un ambiente laboral y empresarial ético, transparente y además, proteger a las poblaciones más vulnerables y fomentar el desarrollo en un ambiente inclusivo y equitativo.