Son muchas las aristas que están tomando fuerza si de minería digital hablamos. Más automatizada, remota y eficiente, apuesta por seguir fortaleciendo la seguridad, productividad y sustentabilidad. Sin embargo, hay tres grandes temas críticos que traban el camino: comunicación, capacitación y ciberseguridad.
Para la primera, y pese a la promesa del 5G/LTE, seguimos teniendo aspectos geográficos, climáticos y de altura (m.s.n.m) que complejizan una comunicación con baja latencia, estable y eficiente. Esto aplica tanto para la red celular como para las redes privadas al interior de las faenas mineras.
Por otro lado, como hoy en día casi todo está conectado con la sensorización de activos, equipamientos y colaboradores, la ciberseguridad es crítica. Con una industria que utiliza camiones autónomos y equipos tele operados, los ciberataques dirigidos a plantas industriales con el objetivo de interrumpir o alterar los procesos productivos siguen avanzando.
Por ende, ante acciones tan relevantes para la operación, un ataque, violación o vulnerabilidad puede provocar desde paralización de faenas, robo de información confidencial, hasta desviaciones de seguridad para las personas, daño a la infraestructura crítica y posibles catástrofes medioambientales.
Operaciones más automatizadas y seguras
La minería representa un sector estratégico a nivel nacional y económico, pero a medida que los equipos se conectan y los sistemas se integran, la superficie de ciberataques se acrecienta exponencialmente.
La promesa, entonces, avanza hacia una integración basada en seguridad y redes de comunicación estables y confiables. En ese sentido, las empresas deben seguir avanzando en la modernización de sus capacidades y de sus colaboradores.
Ante los mayores riesgos de ser víctimas de ataques cibernéticos, en donde no solo existe la pérdida de dinero e información, sino que además de vidas humanas, el reto es seguir trabajando en faenas mineras que cuenten con una automatización responsable que se traduzca en una comunicación protegida y una operación segura.
La criticidad de la minería exige que sus redes estén protegidas con mejores mecanismos, mitigación de riesgos, visibilidad y segmentación, pero impactando lo menos posible en la latencia.
Educar y capacitar
La productividad y seguridad de los trabajadores es todo en la minería. Sin embargo, sin una implementación integral de tecnología no hay eficiencia. Debemos seguir reduciendo los riesgos, integrar las redes IT y OT, controlar la escalabilidad de los ataques con segmentación de redes y contar con una fuerza laboral educada y preparada.
Esto último es clave. Es un hecho que los ataques ocurrirán. Entonces, hay que ver la seguridad digital como principio y no como un fin. Hoy no existe capacidad humana ni tecnológica para repeler ataques que son cada vez más agresivos, ágiles y evolucionados.
Ante este escenario, la única forma de mantenerse seguros es contar con colaboradores actualizados y pertinentes a las áreas de riesgo a través de estrategias efectivas de educación y concientización que puedan ser aplicadas de forma transversal para proteger cada eslabón de la cadena.
Ciertamente, ante el peligro de sufrir algún ciberataque, la tecnología seguirá avanzando y las compañías querrán ir al mismo ritmo. En la minería el reto será siempre evitar el riesgo humano y mejorar las posibilidades de conexión, es por ello que el camino sigue siendo ser una industria automatizada, segura y sustentable.
En ese sentido, la habilitación de redes de comunicación estables, disponibles y seguras; una dotación de colaboradores empoderados, informados y conscientes de los riesgos que involucra la digitalización; y una estrategia de seguridad incorporada en la matriz de negocio es fundamental. El camino aún es largo, pero los avances son significativos.