El mercado de las empresas de telecomunicaciones en Chile está cambiado de manera sustancial.
Últimamente, han sido noticias los acuerdos o anuncios de consolidación y trabajo en conjunto de operadores de transporte y distribución mayorista.
Es un mecanismo distinto, donde el transporte de la señal (fibra u otras tecnologías) pertenecen a una empresa y los clientes reciben el servicio de una empresa diferente.
En el pasado, era muy raro ver nuevos actores, principalmente porque las barreras de entrada eran muy altas. Entre los principales escollos que debían sortear los nuevos eran las gigantescas inversiones necesarias para desplegar el medio físico o transporte de las señales, ya sea cobre, coaxial, o fibra óptica en los casos más recientes. Pero también existe y ha existido la necesidad de contar con autorización de parte de los entes reguladores de cada uno de los países donde, en algunos casos, los trámites no son simples, pudiendo ser necesario contar con años para poder tener luz verde para brindar un servicio.
La creciente expansión del mercado móvil abrió espacio a una nueva cepa de operadores de telecomunicaciones, los VNO, por su acrónimo en inglés de Virtual Network Operators, o operadores de red virtual, los que, gracias a la posibilidad de entregar el servicio mediante el uso de la infraestructura (torres y red de distribución) de otros operadores, permitió a estos nuevos entrantes diferenciarse por cercanía con el cliente, imagen de marca, calidad en la atención, o incluso otros atributos los que no necesariamente están ligados a la entrega del servicio de telefonía propiamente.
Últimamente, y siguiendo la tendencia del mercado móvil se ha abierto espacio para desagregar, o separar la propiedad de la infraestructura también en el mercado fijo, de esta forma, nacen conglomerados que son dueños de la red de distribución y colocan todo su esfuerzo en ampliar y llegar a más lugares, y el esfuerzo de la llamada “última milla” o acceso para los clientes finales se entrega a través de otras empresas.
Esta focalización en las tareas, unos construyen y otros venden, permite a los que construyen generar economías de escala que aumentan la posibilidad de cubrir mayores espacios y zonas llegando a lugares a los que antes era muy difícil.
En este nuevo escenario, el regulador tiene un especial desafío en hacer que los tiempos requeridos para otorgar las licencias para comercializar los servicios se reduzcan para que más actores puedan ingresar al mercado, pero también tiene el desafío de mantener un equilibrio en la cantidad de actores dueños de la infraestructura de distribución de fibra, para evitar concentraciones que nos lleven a alteraciones de mercado con monopolios o dificultades en la competencia.
Por otra parte, operadores menores con tecnologías inalámbricas, radioenlaces o satelitales, terminan de completar el puzzle, muchas veces, en el mismo esquema de VNO´s que hemos mencionado para las tecnologías anteriores.
Finalmente, diferentes actores pretenden lograr satisfacer la creciente necesidad de comunicación estable y de calidad en lugares donde hasta hace un tiempo, no necesariamente uno habría imaginado que necesitaba “conectividad” pero que, gracias a la nube, el IOT y la Inteligencia Artificial, cada vez exigen mayor cobertura para llevar a cabo los procesos productivos.