Al comienzo de la pandemia, muchos arrendadores acordaron aplazamientos de alquiler operativos de tres a 12 o más meses. También, se negociaron extensiones del plazo de los contratos, ya que el objetivo del arrendador era "protegerse" contra la posible insolvencia generalizada en la industria aérea. Y es que si las aerolíneas devolvían una gran cantidad de aviones arrendadores y los mismos entraban masivamente al mercado secundario tendría un impacto negativo en las tarifas de alquiler de aviones.
A medida que la demanda colapsaba, mantenía un ritmo poco prometedor de mejoría (y es probable que los mercados nacionales no se recuperen por los próximos 24 a 36 meses) y las aerolíneas se vieron forzadas a reformular sus negocios buscando nuevas estrategia de reducción de costos. Una de las estrategias son los contratos Power by the Hour (PBH) o pago por horas. Esta nueva oportunidad de reducción de costos es consecuencia directa de la actual sobreoferta existente en el mercado donde las aerolíneas y no los arrendadores tienen la mayor fuerza en la mesa de negociación.
Los contratos PBH son un arrendamiento operativo en el que el arrendador conserva la propiedad del motor y proporciona el motor al arrendatario a un costo fijo, ya sea por hora de vuelo o por mes.
Recientemente, para preservar la liquidez y contener los costos al mismo tiempo que intentan igualar sus ingresos con los costos operativos, varias aerolíneas han solicitado a los arrendadores acuerdos del tipo PBH. Para una aerolínea tiene sentido, ya que le permite darle predictibilidad y establecer el costo a pagar sin picos lo cual es una meta que todos los gerentes financieros buscan. Igualmente, esta estrategia permite a las aerolíneas reducir las inversiones de capital, tener mayor liquidez así como disminuir el apalancamiento financiero de la empresa que le permitiría cumplir con los límites de endeudamiento establecidas con sus acreedores así como mantener o mejorar sus coeficientes financieros lo que les permitiría acceder a nuevas fuentes de financiamiento privado.
Sin embargo y para que prospere cualquier negociación, acuerdo comercial y relación fructífera entre las aerolíneas y arrendatarios, se debe buscar que ambas partes al levantarse de la mesa de negociación sientan que han obtenido algún beneficio. Por lo tanto, se deben considerar varios factores en una negociación del contratos PBH para que sea exitosa:
1. Negociar un pago mensual mínimo establecido (o número mínimo de horas motor volados o no) seguido del pago por número de horas.
2. Establecer un número mínimo reducido "o de piso" de horas de vuelo del motor (bien sean voladas o no) más pago por hora, incluyendo una cláusula de primas de tarifas por hora. Adicionalmente, se pueden concebir dos o tres tipos de primas en función de un hito predeterminado de horas alcanzado. Igualmente, si se alcanzan las horas mínimas en el cronograma específico de tiempo (diario, semanal o mensual) según el contrato acordado, estas primas se podrían cancelar automáticamente o sus montos se deducen del siguiente período de facturación.
3. Negociar una carga máxima de hasta X horas de motor preestablecidas más incentivos por horas de vuelo adicionales (por rango de horas por ejemplo entre 200 a 220 horas al mes/motor) y en caso se alcancen y superen un nuevo incentivo entra en acción.
4. Establecer arrendamientos a corto plazo (12 a 24 meses) para evaluar el progreso y la relación comercial, así como revisar los términos y condiciones si es necesario. Especialmente porque los arrendadores no saben si las aerolíneas mantendrán los aviones a largo plazo o cuál podría ser su estrategia de desinversión de flotas debido a segundas (y quizás terceras) olas de infección del virus como lo estamos observando en Asia y Europa más aún cuando pareciese que ni siquiera el pico de casos de virus se ha logrado todavía en América Latino.
5. Establecer cláusulas especiales y consideraciones comerciales únicas. Por ejemplo, cláusulas específicas sobre el impacto de los procedimiento de reestructuración del Capítulo 11 y las protecciones en caso de cierre de aerolíneas deben incorporarse en el contrato. Igualmente, garantías de pago de deuda senior, protección y ajustes de indicadores macro (tasa de inflación, depreciación de moneda, aumentos de tasas de interés, etc.) así como garantías de recuperación de activos sin demora en caso de falta de pagos, depósitos por demora de pagos y consideraciones especiales en términos de arbitrajes y compensaciones, entre otros.
Recientemente en nuestra región, Aeroméxico ha logrado renegociar contratos de arrendamiento bajo la figura PBH que le ayudará a reducir sus costos mensuales. Los acuerdos de PBH permitirán que Aeroméxico restablezca los costos de arrendamiento mensuales en función de la utilización del equipo a las tarifas del mercado actual, con ahorros mensuales significativos, en comparación con las tarifas contratadas previamente.
Finalmente, para las aerolíneas esta estrategia de contratos PBH es un movimiento en la dirección correcta, ya que les ayudará a reducir costos y "controlar" la visibilidad y predictibilidad de los gastos en un ambiente de reducida liquidez y demanda que puede bien durar varios años. Para los arrendadores, un acuerdo como los de PBH se traducirá en una reducción de su rentabilidad. Sin embargo y en estos tiempos de incertidumbre donde todos los actores de la industria aérea están sufriendo y tratando de mantener sus negocios a flote, los arrendadores tendrán que compartir el dolor o se verían severamente afectados en un mercado abarrotado de aviones de segunda mano con pocos negocios de alquileres operativos a ser cerrados por lo menos por un futuro cercano.