El mercado energético nacional atraviesa un momento crucial en su desarrollo. En un contexto global donde se exige una transición hacia energías más limpias, el país ha comenzado a explorar nuevos modelos que podrían transformar su matriz energética. Entre ellos, los contratos de suministro de energía a largo plazo con empresas privadas, conocidos como PPA por sus siglas en inglés (Power Purchase Agreement), destacan como una herramienta innovadora que promete revitalizar el mercado solar y eólico y posicionar a Perú como un referente regional en energías renovables.
Por ejemplo, en la última Expo Solar Perú 2024 se destacó el impacto potencial de los PPA privados en el desarrollo de proyectos solares. Estos contratos, que garantizan ingresos estables a los generadores de energía, están facilitando el acceso a financiamiento internacional a través del project finance. Un ejemplo emblemático es la planta solar más grande del país, actualmente en construcción en Arequipa, que se convirtió en el primer proyecto en Perú financiado bajo el modelo project finance respaldado por un PPA privado.
Ahora bien, la característica común de estos contratos, que se están viendo últimamente en el mercado peruano, es que constituyen PPA financieros, también llamados PPA virtuales. Estos son acuerdos de cobertura financiera o hedging que aseguran un precio fijo de la energía para el comprador, sin que exista un reconocimiento directo del consumo en el mercado eléctrico por parte del suministrador. A diferencia de los PPA tradicionales o físicos, donde existe una transferencia de energía entre las partes, bajo un PPA financiero las partes acuerdan intercambiar la diferencia entre el precio fijado en el contrato y el precio real del mercado. Esto permite al generador asegurar ingresos predecibles, lo que es importante para financiar proyectos de energías renovables y que la banca internacional ha considerado suficientemente bancable para estructurar un project finance.
Este enfoque ofrece ventajas significativas, como la liberación de recursos financieros para otros proyectos y la mitigación de riesgos, lo que podría transformar el panorama energético peruano si se consolida. Sin embargo, alcanzar este objetivo no será sencillo, pues el principal desafío para los desarrolladores es encontrar contrapartes privadas con la calidad crediticia necesaria para firmar contratos PPA bancables, que suelen estar denominados en dólares, tener una duración de entre 15 y 17 años y requerir ingresos predecibles.
El país cuenta con un potencial considerable en generación solar. En septiembre, el Ministerio de Energía y Minas aseguró que existen 53 proyectos de centrales solares. No obstante, su materialización requiere superar barreras como el acceso a financiamiento competitivo. Aquí es donde los PPA privados juegan un rol crucial, al brindar la certeza necesaria para atraer inversiones de largo plazo.
El papel del marco regulatorio y la banca
Es imprescindible un entorno regulatorio que promueva la inversión. Los expertos coinciden en que Perú necesita políticas públicas claras y estables que reduzcan las barreras de entrada para los desarrolladores. Esto incluye incentivos fiscales, subastas específicas para energías renovables y mejoras en la infraestructura de transmisión para garantizar que la energía generada llegue a los principales centros de consumo.
Además, el rol de la banca es fundamental. La receptividad de instituciones financieras internacionales hacia los proyectos respaldados por PPA demuestra la viabilidad de este modelo. Sin embargo, para maximizar su impacto, será necesario fomentar una mayor especialización entre los desarrolladores peruanos y promover la creación de capacidades técnicas y financieras. Esto permitirá alinear las expectativas de los inversionistas con las realidades del mercado local.
Vecinos como Chile y Brasil han logrado avances significativos en el desarrollo de sus mercados de energías renovables gracias a marcos regulatorios favorables y la adopción de los PPA como herramienta clave. Perú tiene condiciones naturales privilegiadas, como altos niveles de radiación solar y zonas con excelente potencial eólico. Sin embargo, convertir estas ventajas en proyectos concretos requerirá un esfuerzo conjunto entre el sector público y privado.
El auge de los PPA financieros representa una oportunidad histórica para Perú. Este modelo no solo permite diversificar la matriz energética, sino también ofrecer beneficios económicos y ambientales a largo plazo. Sin embargo, para que esta tendencia se consolide, será necesario superar desafíos relacionados con la calidad crediticia de los socios privados, la capacidad técnica de los desarrolladores y la infraestructura regulatoria.