Al celebrarse un nuevo Día Mundial del Agua, es necesario enfatizar la necesidad de que el agro chileno avance en la implementación de tecnología para paliar los efectos de la sequía que afecta al país hace varios años.
Es de suma relevancia que el Estado incremente sus esfuerzos en democratizar el uso de la tecnología para optimizar el uso del agua y hacerlo más eficiente. Desde ese punto de vista, una efectiva productividad económica depende de que la gestión del ciclo del agua tenga un buen funcionamiento.
En ese sentido, mientras más aumenten los impactos del cambio climático y crezca la población, todos los actores involucrados deben unirse y trabajar en conjunto para proteger el agua como recurso. Por eso, es relevante que se expandan y se formalicen los incentivos para la adopción de la tecnología para lograr este objetivo.
En ese contexto, Chile en los últimos años se han creado programas especiales en los subsidios que entrega la Comisión nacional de Riego. No obstante, se deben incorporar todos los incentivos para que todos los proyectos de riego puedan incorporar la tecnología.
La ejecución cuidadosa de la innovación en el riego agrícola permite mejorar la resiliencia al cambio climático, y además permite reducir las emisiones de carbono. El agua debe ser un catalizador para transformar de manera total a los sistemas alimentarios.
Es así que vemos ejemplos de algunas ciudades en el mundo que han introducido herramientas de innovación y tecnología en sus procesos hídricos con resultados positivos, como es el caso de California con la decisión de transformar sus aguas residuales en agua potable. En otras palabras, el uso de la tecnología en el riego, se vuelve una fuente confiable y robusta para la gestión del agua.
Bajo las actuales condiciones, un proyecto de riego puede incluir tecnología, pero debido al diseño de las bases de cálculo, el puntaje obtenido es menor y bajan las posibilidades de que un agricultor obtenga un subsidio por parte del Estado.
Este año le ha dado al Día Mundial del Agua el rol de catalizador de la paz entre los distintos sectores de la sociedad al utilizar correctamente el agua. La apropiada utilización del recurso puede generar armonía entre las distintas comunidades uniéndolos en torno al aprovechamiento justo y sostenible del recurso.
El riego de precisión puede aumentar la productividad de la agricultura y reducir la utilización de recursos escasos, como el agua. Para ello, el correcto uso de tecnología facilita la utilización de herramientas como sensores y aplicaciones. Estas herramientas ayudan a distribuir el agua de forma más eficiente, asegurando que llegue a las plantas en la cantidad y el momento adecuados, generando un optimo uzo del agua y otros recursos.