"La humanidad tiene que tomar una decisión: cooperar o perecer”, fueron las alarmantes palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, en su discurso inaugural de la pasada COP27. Y es que, para cumplir la meta del Acuerdo de París de limitar el calentamiento a 1,5°C, las emisiones ya deberían haber disminuido más de lo que se ha hecho.

Por otro lado, la emergencia climática representa una emergencia social sin precedentes en la historia de la humanidad. Según la ONU la mitad de la población mundial verá su vida afectada en términos materiales, de calidad de vida y de oportunidades de prosperar si no solucionamos esta urgencia climática. Y las poblaciones más afectadas por las consecuencias de la crisis serán las más vulnerables, acrecentando la crisis de inequidad que vivimos. 

Y hay una tercera crisis que estamos enfrentando, y que se relaciona con las dos anteriores: la crisis de biodiversidad. La desaparición de especies, las migraciones forzosas desde sus hábitats naturales, la deforestación y la pérdida de capital natural sólo agravan los desequilibrios generados por la crisis climática, y terminan repercutiendo en menores posibilidades para las comunidades que rodean o dependen de los ecosistemas dañados.

Debemos apresurarnos en dejar atrás el pensamiento obsoleto de que la naturaleza es un mero instrumento para nuestro desarrollo, y entender que el planeta es parte de nosotros, tanto como nosotros de él. Se lo debemos a nuestra Tierra, por nuestra irresponsabilidad a lo largo de la historia, y a las próximas generaciones que desean seguir habitándola.

Esta semana, Natura subió al puesto dos del Ranking Responsabilidad ESG de MERCO, donde participan las empresas que incorporan en su generación de valor un enfoque sostenible, con criterios medioambientales, sociales y de gobernanza. Sabemos que no somos la solución a la crisis que nos afecta a nivel global, pero nos emociona ver que, junto a nosotros, hay muchas empresas de Chile y el mundo que están aportando en esta lucha por salvar nuestro único planeta.

No dejemos pasar este año 2023 sin haber hecho nuestros mayores esfuerzos, tanto las empresas como las instituciones públicas y la sociedad civil. Como Natura, continuaremos aportando a la sostenibilidad del planeta a través de cada fibra de nuestro negocio. Seguiremos preservando cada vez más Amazonía a través de nuestro modelo de negocio, reduciremos aún más nuestra huella de carbono, seguiremos esforzándonos para poder abrazar la circularidad y la regeneración en el país y no dejaremos de apostar por el mayor beneficio social y ambiental. Si una marca de belleza puede hacer todo esto por el planeta, imagina lo que podríamos hacer todos juntos.