La cotización del dólar frente al peso chileno ha registrado una elevada volatilidad, especialmente desde el último trimestre del año pasado, con cambios en las perspectivas de los bancos centrales de Chile y Estados Unidos, en medio de retrocesos inflacionarios.
Después de haber superado los $950 en octubre del 2023, el par de divisas cayó hasta los $855 hace poco más de dos meses atrás, desde donde ha vuelto a recuperar terreno. Incluso, pese al anuncio de venta de dólares del Ministerio de Hacienda, producto de sus fundamentos de fondos, el dólar en los últimos días rompió máximos no vistos desde el último trimestre de 2022.
Adicionalmente, con la última cifra de inflación al consumidor de Chile, que alcanzó una variación de -0,5% mensual en diciembre, siendo inferior al rango -0,1 a 0,1% esperado, y registrando un IPC anual de 3,9%, se espera que la entidad monetaria chilena continúe con una reducción de la tasa de interés agresiva.
Por otra parte, la inflación en Estados Unidos ha estado mostrando cierta estabilidad sobre el 3%, donde la última lectura incluso fue ligeramente superior a las estimaciones. Este escenario ha generado un cambio en la probabilidad de bajas de tasas de la Fed, dado por los futuros de los fondos federales, sumado a comentarios de Jerome Powell, presidente de la Fed, que apunta a que aún no comenzarán la baja de tasas.
La menor probabilidad de bajas de tasas en comparación a comienzos de año ha apoyado la apreciación de la moneda norteamericana de manera generalizada. Las proyecciones apuntan a que el diferencial de tasas entre Chile y Estados Unidos seguiría disminuyendo en el corto plazo, lo que apoyaría una salida de divisas del país por efecto carry trade, generando perspectivas de exceso de demanda de dólares en el país, lo que podría provocar alzas adicionales en el par USD/CLP.
En otro tema, el escenario económico de China sigue mostrando incertidumbre, con cifras que dan cuenta de grandes desafíos para el presente año, lo que ha impactado en las proyecciones de demanda de cobre.
Al ser el cobre el principal producto de exportación de Chile, un valor más bajo del metal rojo por las dificultades de demanda de China implicaría un menor ingreso de la divisa norteamericana al país, generando expectativas de exceso de demanda de la divisa extranjera.
Los próximos datos económicos que se conozcan desde China serán muy importantes para definir el futuro próximo del precio del cobre, donde cualquier debilidad adicional en su cotización debería seguir apoyando alzas de corto plazo en el dólar frente al peso chileno.
En el corto plazo, el impulso del dólar frente al peso chileno se encuentra justificado por factores externos e internos. Los diferenciales de tasas más acotados entre Chile y Estados Unidos, la presión bajista del cobre y una inflación que sorprendió al alza en la mayor economía del mundo, podrían continuar impulsando al par de divisas, aunque no se descarta alguna corrección tras el último rally.
En los próximos meses es más probable que veamos un dólar en niveles bastante inferiores al actual, especialmente cuando la Reserva Federal comience un proceso de bajas de tasas, ya que el Banco Central de Chile encontrará más pronto que tarde una estabilidad en los tipos de interés, mientras que la entidad monetaria norteamericana aún tendrá un trecho para que deje de ser contractiva.