Los efectos del cambio climático en Chile son evidentes. Los sistemas frontales del 2023 produjeron 30 nuevos registros históricos de caudales en los principales ríos entre las regiones de Valparaíso y Biobío, en el centro del país.
En Diguillín se midió un caudal que no se veía desde los años ’50 cuando pasaron 772 m3/s en San Lorenzo, mientras que en agosto se constaron 823 m3/s.
Pero pese a esos fenómenos de alta intensidad que incluyen inundaciones y lluvias, no cambian un escenario de más de una década: la escasez hídrica sin tregua de 14 años, ha afectado principalmente a la región de Coquimbo, en el centro norte de Chile, con un déficit de precipitaciones promedio de los últimos cinco años de 51% en Ovalle con respecto al promedio histórico; lo que repercute en disponibilidad y en la cantidad de agua almacenada en los embalses de las cuencas Elqui y Limarí, que están entre 0% y 5% de su capacidad.
Las secuelas de este fenómeno también se visibilizan en nuestros glaciares, ya que de 24.114 glaciares identificados por la Dirección General de Aguas (DGA) el 2014, aumentaron a 26.169, producto de su fragmentación, pero el volumen de hielo y el equivalente en agua ha disminuido en cerca de 15%.
Es urgente entonces, avanzar en seguridad hídrica. Estamos desarrollando el Plan de Adaptación al Cambio Climático en Recursos Hídricos, recogiendo la opinión de la ciudadanía y expertos para crear estrategias y medidas para reducir la vulnerabilidad y aumentar la resiliencia ante eventos extremos y también, lanzamos el Fondo de Innovación, Investigación y Educación en recursos hídricos enfocado en nuevas fuentes de agua.
Estamos avanzando hacia una gobernanza diferente, desde las cuencas y el territorio, que contemple miradas y visiones de diversos actores, por lo que estamos conformando las Mesas Estratégicas de Recursos Hídricos para priorizar acciones en el marco de los Planes Estratégicos de Recursos Hídricos y así, contar con un instrumento para la gestión integrada de las aguas que identifique brechas y acciones.
Lanzamos la campaña “Sigue la corriente del agua y utilízala en regla” para incentivar la regularización de los derechos de agua para contar con más y mejor calidad de información sobre los recursos hídricos y estamos debatiendo en el parlamento un proyecto de ley que abrevia los procesos de fiscalización de la DGA.
Si bien los desafíos son diversos, en este día mundial del agua, estamos actuando con urgencia para avanzar en seguridad hídrica y en una mejor gestión de los recursos, buscando las alternativas que nos permitan proteger este recurso fundamental para el desarrollo humano.