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El COVID-19 y el desarrollo sostenible en Perú
Mar, 29/09/2020 - 10:11

Héctor Miranda

El COVID-19 y el desarrollo sostenible en Perú
Héctor Miranda

Gerente general de Regenerativa Perú

La humanidad se encuentra en este momento enfrentando un enemigo inesperado y letal, y aparentemente nos acompañara de manera permanente. El COVID-19 ha puesto en jaque al mundo entero, sus efectos económicos están siendo devastadores y están desafiando las capacidades de respuesta de los gobiernos y organizaciones. El panorama es demasiado dramático en todo el mundo y en nuestro querido Perú este triste panorama se podría poner peor.  Por esta razón, quiero ser optimista al repasar como está afectando el COVID-19 el desarrollo sostenible en nuestra nación.

En la conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático en París, COP 21, los gobiernos acordaron que se requiere urgentemente una acción climática más fuerte y ambiciosa para lograr los objetivos del Acuerdo de París. La acción debe provenir de gobiernos, ciudades, regiones, empresas e inversionistas. Para alcanzarla la meta se acordó integrar de manera transversal 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) en todas las actividades de gobernanza, producción y desarrollo. En Perú, al igual que en la mayoría de los países, los ODS no tuvieron mayor relevancia ni se lograron adaptar de manera transversal, simplemente por falta de interés político.

Los tres primeros ODS; Fin a la pobreza, Hambre cero y salud y bienestar son los más afectados. La crisis económica incrementó los índices de pobreza, y la escasez es sinónimo de hambre,  más familias han reducido la calidad y cantidad de su alimentación. En la salud, descubrimos lo precario y débil de nuestra infraestructura hospitalaria. Cuando pase la pandemia estaremos mejor preparados. Los tres siguientes ODS; Educación de Calidad, Igualdad de género y Agua limpia y saneamiento son objetivos que nacen de derechos fundamentales y que siempre estuvieron como prioridades. Sin embargo, nuestra realidad en estas dimensiones es cuestionable y dramática por las brechas existentes. Hasta aquí vemos lo complicado que es lograr la justicia social y estos ODS quedan como una buena intención.

 El 7º  ODS Energía asequible y no contaminante está encaminado pero está lejos de cumplir su meta. Tenemos una gran carencia dentro de la población vulnerable. El COVID-19 ha aumentado las tarifas de electricidad de manera inesperada.

El 8º ODS Trabajo decente y crecimiento económico son dos aspectos que no estaban siendo atendidos antes de la pandemia y  están fuera de contexto en esta nueva irrealidad. El deterioro económico y el desempleo  están aumentando con la crisis.

Del 9º y 10º  ODS; Industria, Innovación e Infraestructura y  Reducción de las Desigualdades Es rescatable en partes gracias a algunas iniciativas del estado por la innovación y al sector privado en muchas iniciativas en marcha que vienen innovando en las ramas de la industria y el papel que algunas universidades aportan a la innovación tecnológica. Pero no es igual para la reducción de desigualdades, pues estas estarán en aumento.

El 11º ODS Ciudades y Comunidades Sostenibles es quizás el principal, porque integra a todos los demás ODS y porque presenta a la ciudad sostenible como el modelo de gobernanza para nuestras ciudades. Prioriza el desarrollo urbano sostenible, el desarrollo económico bajo en carbono y la justicia social. La capacidad no aprovechada de los gobiernos municipales puede verse afectada.

El 12º ODS Producción y Consumo responsable. El sector público y privado están apostando por la economía circular, y el consumidor es más consciente del impacto de consumos.  La pandemia está afectando negativamente a la producción responsable, pero nos ha obligado a que nuestro consumo sea más responsable.

El 13º ODS Acción por el Clima. Es para mí, es el segundo en importancia después de ciudades sostenibles y felizmente en Perú hay muchos programas y actividades para el  cuidado del medioambiente y  la reducción de las emisiones de CO₂. La falta de recursos económicos y el aislamiento social afectarán negativamente a muchas de estas acciones.

El 14º ODS Vida Submarina. Los desperdicios biológicos que se vierten en muchas partes de nuestro litoral  y la invasión de depredadores extranjeros son la realidad de nuestro mar. Proteger nuestros recursos marinos y acuíferos es hacer justicia social. Hay que ampliar las acciones de limpieza y cuidado del mar, lagos y ríos.

El 15º ODS Vida de Ecosistemas Terrestres. La importancia de los servicios que brindan los ecosistemas a las ciudades todavía no son valorados a cabalidad, a pesar de ser de vitales. Las pocas acciones que protegen la vida en estos ecosistemas se verán afectadas por recortes en sus fuentes de financiamiento y por prioridades de la pandemia.

El 16º ODS Paz, Justicia e Instituciones sólidas. Las circunstancias actuales están alejando la paz personal y colectiva de nuestra sociedad, las noticias negativas de los medios de comunicación alimentan el desasosiego social, la crisis hospitalaria y la falta de recursos alimentan una sensación colectiva de injusticia. Si a estos factores la agregamos los hechos de corrupción política y la falta de criterio responsable de muchos líderes políticos, solo veremos un mayor deterioro en nuestras ya desprestigiadas instituciones democráticas.

El 17º y último ODS Alianza para lograr los objetivos. Si la alianza de la ONU no ha demostrado buenos resultados en el cumplimiento de los ODS, ¿que podemos esperar de cualquier otra alianza? La respuesta dependerá de nosotros como individuos. Nuestro futuro estará condenado por nuestra indiferencia o impotencia. Debemos de tomar conciencia de nuestra obligación, pues ya no hay otra alternativa. La alianza para lograr los objetivos tiene que empezar con el compromiso personal y el deseo de cambiar el estilo de vida contaminante a un modelo de vida sostenible, extender esta alianza con nuestra familia, para que nuestro hogar sea un hogar ejemplarmente sostenible y sirva para formar una alianza con nuestros vecinos y escalar con influencia a nuestros gobiernos locales. Continuar la alianza en nuestros negocios y empresas, con nuestros trabajadores y clientes y trabajar con esmero para lograr hacer de la sostenibilidad nuestra nueva realidad. Solamente tendremos éxito en esta delicada tarea, si actuamos sin demora ni restricciones, puesto que ya no tenemos más tiempo que perder.

 

 

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