El panorama de las operaciones de fusiones y adquisiciones en Colombia para 2022 hasta el momento parece ser positivo, a pesar de ser un año con desafíos por tratarse de un período de recuperación, repunte económico y la incertidumbre generada por las elecciones presidenciales.
De acuerdo con el informe mensual para Latinoamérica, producido por Transactional Track Record (TTR), al 30 de abril de 2022, en Colombia se han realizado 82 operaciones de F&A (74 cerradas), que representan un total de US$ 2.371 millones. Dentro de dicho conteo total de operaciones se incluyen operaciones en sus diferentes modalidades F&A tradicional (34), capital privado (3), capital de riesgo (40) y adquisiciones de activos (5).
Según los datos de TTR, en el mercado colombiano se ha registrado un aumento del 15,49% en número de transacciones a 30 de abril de 2022, comparado con el mismo período del año anterior. Por su parte, se ha dado una disminución del 19,86% en términos del importe de las operaciones por el mismo período. Sin embargo, en mi opinión, el dato del valor en el agregado de las transacciones debe tomarse con cierto beneficio de inventario dado que en la mayoría de las veces el importe de las operaciones no es reportado por ser confidencial, así considero que dicho dato podría tener cierta distorsión y no medir con toda precisión la temperatura del mercado.
Comparado con nuestros vecinos regionales de habla hispana, según TTR, encontramos que en términos de número de operaciones (durante el mismo período), México se posiciona en primer lugar con 117 operaciones, Colombia y Chile en segundo lugar con 82, Argentina en tercer lugar con 67 y en cuarto lugar Perú con 43.
El aumento en el número de operaciones en Colombia, a abril de 2022, demuestra la confianza y apetito de los inversores en activos colombianos, a pesar del panorama político. Colombia se sigue consolidando como ‘atractivo’ para la inversión extranjera, además, ofrece fundamentales macroeconómicos estables, un sistema legal robusto que fortalece y da seguridad a los inversionistas para entrar al país y mantener su presencia. Además, consideramos que Colombia se ha destacado por ser un país amigable para la inversión tanto de entrada como de salida de capitales.
Vemos sectores de la economía que continúan siendo atractivos para la inversión extranjera, tanto para inversionistas estratégicos como para fondos de inversión, como Fintech, tecnología e internet, servicios de salud, infraestructura (carreteras, puertos), energías renovables convencionales y no convencionales, telecomunicaciones e infraestructura de comunicaciones, entre otras.
De otro lado, el panorama mundial no luce muy alentador con la inflación de Estados Unidos subiendo a su punto más alto desde 1981 y con la probabilidad de una recesión en ese país (según hablan medios especializados) superando la probabilidad de esta el rango de 35%, la crisis de energía global y la situación que ha traído el conflicto armado de Rusia y Ucrania a la Unión Europea. Sin embargo, podría pensarse que dicho escenario representa una oportunidad para América Latina y en especial para Colombia.
América Latina por su posición “aislada” de dichos factores, puede atraer inversionistas extranjeros mostrándose como una alternativa a los mercados tradicionales.
Tomemos el ejemplo de la inversión por parte de inversores de Estados Unidos hacía Colombia. La tendencia de adquisiciones de empresas colombianas por parte de inversores estadounidenses es creciente. Según el reporte mensual de abril de 2022 de Transactional Track Record, para 2021 62 empresas de Estados Unidos compraron empresas colombianas, lo que significó un aumento del 51,22% comparado con 2020. A 30 de abril de 2022, 21 empresas estadounidenses han comprado targets colombianos, lo que representa un aumento del 31,25% comparado con el mismo período del año anterior. La pregunta que surge es si esta tendencia se mantendría en un escenario de recesión en Estados Unidos. Es una pregunta difícil de responder, pero una posibilidad para inversores estratégicos y fondos de inversión de Estados Unidos podría ser Colombia, al ser un destino de inversión que permita acampar tiempos difíciles en su propia economía.
En cifras del Fondo Monetario Internacional, Colombia se consolida este año como la tercera economía de la región que más crecerá y a su vez con el segundo pronóstico de inflación más baja. Sin duda alguna, es un momento para consolidar la economía del país y es una oportunidad para generar nuevas oportunidades de negocio que representan una oportunidad para el mercado transaccional.