Al tomar en la mano nuestro teléfono móvil, ingresar a Instagram y comenzar a hacer un continuo scroll, podremos ver las campañas publicitarias con gráficas y videos que las marcas grandes, emprendimientos y empresas de los más variados rubros están haciendo para dar a conocer sus productos.
Pero muchas veces, esas campañas están enfocadas en mostrar las características del producto en sí, y los equipos de marketing que están detrás solo ven en esa comunicación el medio para llegar a sus públicos y vender más. Sin embargo, comunicar el servicio que se realiza para entregar ese producto, puede ser mucho más eficiente para esos objetivos.
Cómo una marca conecta con sus clientes, cómo les habla, cuánto se demora en responder y cómo orienta en el uso, pueden tener tanto valor como el producto mismo. Finalmente, todos buscamos un buen servicio. Si yo transmito mi buen servicio, muchos potenciales clientes pueden orientar sus preferencias a nuestros productos.
Creo fuerte en que hay que poner al cliente en el centro siempre y el esfuerzo tiene que apuntar a que pueda hacer una compra orientada del producto que busca y acompañándolo en todo momento que necesite o tenga una urgencia durante el uso. Si tienes un gran producto pero también un gran servicio, entonces puedes comunicar tu servicio. Y todo ese proceso se puede contar en las campañas.
Mi convicción por un buen servicio es tal que pienso que el cliente tiene que recibir el servicio que necesita y como a él le acomode, dándole todas las opciones posibles para poder entregarle la que requiere, ya sea con un soporte que se brinda por chat, correo electrónico y/o videollamadas y con amplia disposicion horaria, e incluso con acompañamientos personalizados de ejecutivos.
También es importante ir educando a los usuarios, enviarles contenidos de su interés, mantenerlos informados sobre distintos temas, ya sea por ejemplo a través de mails, capacitaciones, cursos y webinars presenciales y virtuales, que les aporten en su quehacer.
Las compañías tienen que hablar para conectar desde la empatía con el cliente. Yo como marca no le digo cómo se tiene que sentir, sino que yo la voy apoyar en esta ola de sentimientos. Las marcas deben ser más auténticas, más genuinas y más empáticas con cada uno de sus clientes y para esto se requiere de un servicio personalizado que se transmite cuando cualquier persona se pone en contacto con la empresa.
Las empresas deben centrarse en ofrecer un buen servicio, ya que puede ser un factor clave para el éxito y luego deben comunicar el servicio que ofrecen, para que los clientes puedan conocerlo y apreciarlo. El servicio es un elemento diferenciador que puede generar lealtad.
Una buena experiencia de servicio revela que la marca tiene al cliente realmente en el centro.