Con la sofisticación de los ciberataques a través de la Inteligencia Artificial, la interconexión dentro de un ecosistema digital neutral en un entorno privado puede ayudar a las organizaciones a recuperar su soberanía de datos y mantener un mayor nivel de seguridad.
Las herramientas cada vez más sofisticadas de la Inteligencia Artificial (IA) están generando numerosas transformaciones positivas para las distintas industrias, e incluso en la vida cotidiana. Sin embargo, así como ha traído beneficios que aportan al desarrollo de distintos sectores de nuestra sociedad, también ha ofrecido nuevos métodos que los ciberdelincuentes están aprovechando para perfeccionar sus ataques.
El reporte “Global Cybersecurity Outlook 2023” del World Economic Forum, indicó que los encuestados posicionaron a la IA y el aprendizaje automático entre las áreas de mayor influencia en sus estrategias de ciberriesgos para los próximos dos años (20%), seguido de una mayor adopción de la tecnología en la nube (19%) y los avances en la gestión de identidades y accesos de los usuarios (15%).
En sentido similar, los líderes de TI en Chile catalogaron las violaciones de seguridad o filtraciones de datos y los ciberataques como las principales amenazas para sus organizaciones (75% y 74%, respectivamente), según los resultados de la Encuesta de Tendencias Tecnológicas Globales 2023 de Equinix.
En términos de ciberseguridad, los atacantes cuentan con una mayor ventaja que los defensores. En el sentido de que les basta un pequeño punto débil que puedan explotar dentro de la organización, a diferencia de los protectores, que necesitarán cubrir todo el terreno posible para poder defenderse.
Esto se está tornando cada vez más complicado y volátil con las nuevas herramientas de la IA, por lo que las organizaciones en proceso de transformación digital deberán equilibrar en su estrategia las potencialidades positivas de las nuevas tecnologías con los nuevos ciberriesgos que traen consigo.
A medida que la transformación digital aumenta el valor de los datos para una empresa y estos se convierten en el producto, debe adoptarse una postura de seguridad mejorada para protegerlos y asegurarlos. Interconectarse dentro de un ecosistema digital neutral en un entorno privado puede ayudar a las organizaciones a recuperar su soberanía de datos y mantener un mayor nivel de seguridad y normas de cumplimiento, a través de un único punto de conexión.
Simon Lockington, director senior de soluciones de arquitectura Asia-Pacífico de Equinix, planeta que a través de la interconexión “las empresas obtienen la flexibilidad de acceder a un rico ecosistema de servicios digitales sin depender de un único proveedor, lo que aumenta su resistencia frente a puntos únicos de fallo, al tiempo que optimiza sus costes y rendimiento. Los ecosistemas de interconexión eliminan la necesidad de que las organizaciones trasladen sus datos a través de diferentes plataformas, lo que les permite mantener el control sobre ellos”.
Este 30 de noviembre, Día Internacional de la Seguridad de la Información, vale la pena destacar que los ecosistemas digitales son esenciales para la transformación digital y habilitan las aplicaciones tecnológicas emergentes que requieren un intercambio de datos seguro y de baja latencia.
Sin embargo, sin la infraestructura digital y las vías de interconexión correctas, los ecosistemas digitales plantean importantes riesgos normativos y de ciberseguridad para las empresas. La infraestructura híbrida bajo demanda permite a las organizaciones sortear estos retos, al combinar la flexibilidad y escalabilidad de la nube con la seguridad y fiabilidad de la infraestructura física de datos.