Desde el inicio de la pandemia, se instalaron un sinfín de conceptos y términos que describen la nueva normalidad que vivimos en el día a día y, sin duda, el concepto que mejor articula este conjunto de cambios en el ámbito laboral es la transformación digital. Y si hace dos años la pregunta de rigor era cuán preparados estábamos profesionalmente para el teletrabajo, hoy surge la inquietud sobre cuánto hemos avanzamos en esa línea y qué podemos hacer para impulsar el trabajo híbrido para que despegue a cabalidad.
Sabemos que, para que una empresa pueda ser exitosa en el mediano y largo plazo, tiene que adoptar e impulsar de manera holística la transformación digital; transformando el mindset, estrategia y gobernanza dentro de la compañía, por ejemplo, pero también la alfabetización de la sociedad en su conjunto.
Para esta siguiente fase de evolución, es clave entender que estamos ante un proceso de cambio continuo mediante las organizaciones y sus equipos, quienes aprovechan integralmente las oportunidades que entregan las tecnologías emergentes para asegurar un correcto funcionamiento de sus negocios, junto con mejorar la experiencia de los clientes, hacer más eficientes los procedimientos y fomentando una mayor colaboración entre los colaboradores. Hoy, mientras transitamos hacia un mundo que se define como híbrido, las brechas en la adopción de la nube aún son evidentes.
El foco de las compañías debe estar en que su proceso de migración tenga un servicio que le permita concentrarse en el core business de su negocio. La clave de adoptar la vanguardia de la transformación digital está en que las empresas perciban un aumento de ventas, disminución de costos en sus procesos operativos o para que simplemente gocen de las ventajas que otorgan los servicios digitales en los colaboradores, además de la satisfacción y fidelización de sus clientes y stakeholders.
Como expertos del rubro, es fundamental que las empresas opten por migrar sus aplicativos e infraestructura hacia la nube con un buen asesoramiento, para que así se mantenga un ecosistema híbrido con soluciones y tecnologías al centro.
Somos consciente de que ningún cambio estructural se logra de un día para otro, incluyendo lo digital. Sin embargo, nos debemos preguntar de qué sirve la modalidad de trabajo híbrida si no es acompañada de herramientas técnicas y prácticas que realmente nos permiten disfrutar de ella, además de expandir todas sus posibilidades. En esta nueva fase, es clave detectar el estado de obsolescencia de la infraestructura de la organización y saber evaluar si ya es hora de evolucionar a nivel tecnológico y sin miedo. Lo anterior, para que podamos acelerar en forma oportuna y eficiente el viaje hacia la nube.