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Exportaciones con alto contenido tecnológico: una luz en el camino para el crecimiento latinoamericano
Jue, 14/01/2021 - 08:50

Eduardo Luis Fracchia

Reflexiones económicas sobre Argentina
Eduardo Luis Fracchia

Director del Área de Economía del IAE Business School, Universidad Austral, desde 1990. Ingeniero industrial y Licenciado en Economía UBA. Doctor en Economía y Administración de empresas IESE (Universidad de Navarra). Trabajó en Cepal, en el Ministerio de Obras Públicas y en Instituto Superior de Economistas de Gobierno (ISEG). Profesor del IAE y de la Escuela de Gobierno (Universidad Austral). Especializado en temas de competitividad y coyuntura económica. 

En la década del 80, solamente en América Latina no aumentaron las exportaciones de alto contenido tecnológico. Recién en los 90 cambió la situación, ya que con un crecimiento anual del 35%, las exportaciones de productos de alta tecnología (como los electrónicos y otras manufacturas) fueron casi tan dinámicas como en el sudeste asiático. Gran parte de este crecimiento se debió a México, y su promedio fue del 15%.

Producto del esfuerzo de la década del 90, en la actualidad las exportaciones con alto o medio contenido tecnológico son cerca del 40% de todas las exportaciones de América Latina. Dentro de las regiones en desarrollo, únicamente el sudeste asiático tiene una participación mayor. En este hecho influyen ciertos factores. Primero, una proporción grande de las exportaciones del sudeste asiático son de alto contenido tecnológico en sentido estricto. Segundo, que la profundidad comercial de América Latina es mucho menor que la del sudeste asiático. Por último, en la región latinoamericana hay grandes diferencias en el desarrollo tecnológico entre unos países y otros, mientras que el sudeste asiático es en este sentido más homogéneo.

México está a la cabeza con un 60% de sus exportaciones con contenido tecnológico alto y medio, y le sigue Brasil con un 30%. La lista continúa con Costa Rica, Barbados y la Argentina. Por otro lado, en 12 de los 26 países de la región el 90% de las exportaciones son productos básicos o manufacturas de poco contenido tecnológico.

La explicación para estas diferencias parece estar en el grado de desarrollo económico y el tamaño de las economías. Los países que son más pequeños están en desventaja porque hay inversiones asociadas en investigación, desarrollo y tecnología que son necesarias para producir manufacturas de alto contenido tecnológico y que no son tan rentables en países chicos. Además, les perjudica no disponer de la enorme cantidad de conocimientos y habilidades que requieren los procesos complejos de producción.

Pero existe también otro factor que es la abundancia o no de recursos naturales. La existencia de recursos naturales puede ser un impedimento para desarrollar sectores intensivos en tecnología. Es el caso de Venezuela y Chile que, a pesar de su desarrollo económico y el tamaño de sus economías, exportan proporcionalmente menos productos de alta tecnología que El Salvador y Costa Rica.

Además, las condiciones del crecimiento económico no dependen tanto de los factores tradicionales de competitividad, como del entorno empresarial característico de un país. El desarrollo de sectores intensivos en tecnología requiere un marco institucional adecuado que garantice el derecho a la propiedad y el cumplimiento de la ley, que combata la corrupción, y donde la interferencia estatal esté controlada y apunte a facilitar la creación de nuevas empresas.

La relación entre exportaciones tecnológicas y crecimiento está en pleno debate entre los economistas. El éxito exportador ("The East Asian miracle", Banco Mundial) de los países del sudeste asiático fue clave para el gran crecimiento económico de esa región. El desarrollo exportador es muy relevante, no solo porque las exportaciones generan ingresos y ahorros, y fueron una fuente clave de entrada de divisas, sino porque contribuyeron al avance tecnológico de muchos sectores y al aumento de la productividad. Esta postura concuerda con la visión de Adán Smith, que decía que uno de los postulados más importantes de la teoría económica es que el comercio internacional es una condición necesaria (no suficiente) para que los países alcancen altos niveles de productividad e ingreso. Esto es así porque permite la especialización y elaboración de los productos en los que se tiene ventajas comparativas.

Sin embargo, está en discusión la importancia del desarrollo tecnológico y el aumento tecnológico como factor clave en el crecimiento del sudeste asiático. También se debate si las exportaciones fueron la causa o el resultado de un proceso de desarrollo de nuevos sectores, en el que la inversión pudo ser el verdadero factor clave. También se discutió en su momento la aplicabilidad del caso del Sudeste Asiático a otras regiones.

Estos temas son importantes a nivel mundial y hay consenso en que la producción de algunos bienes puede generar beneficios sobre otros sectores a través de diversas "externalidades". Esto puede ser el resultado de que, por ejemplo, el conocimiento y la experiencia que se adquieren en la producción de un bien con una determinada tecnología, puede llevar luego a la asimilación y puesta en práctica por otros sectores, aprovechando el desarrollo de las nuevas habilidades. También puede haber casos de externalidades institucionales, en las que el desarrollo de un sector puede llevar a adoptar mejores formas de relación con los trabajadores, que luego se extienden a otros sectores. También casos de innovaciones organizativas dentro de una empresa, que luego pueden ser trasladadas a otras empresas de otros sectores, en forma de externalidades. Todo indica que el origen de las externalidades puede ser muy diverso.

Finalmente, podemos afirmar que, si bien las exportaciones en general no tienen un efecto claro sobre el crecimiento, las exportaciones con contenido tecnológico medio y alto efectivamente llevan a acelerar el crecimiento. Un país con exportaciones de este tipo representando el 10% del PIB, crece entre 0,1 y 0,2 puntos porcentuales más, que otro país en el que −con las mismas condiciones− no se exportan ese tipo de productos. Esto claramente significa que las exportaciones con contenido tecnológico pueden ser una vía importante para el crecimiento económico.

En cierto modo, podemos concluir que en los últimos años América Latina recuperó parte del terreno perdido. No solo aumentaron las exportaciones por encima de lo que se esperaba, sino que también se modificó lo que se exporta hacia un mayor contenido tecnológico, haciendo la salvedad de la heterogeneidad existente entre los distintos países de la región.