Dentro de las lecciones que nos dejó la pandemia, una que destacó fue el ritmo de vida que las personas estamos llevando y que nos ha exigido buscar un equilibrio entre nuestra vida laboral y personal.
Y, dentro de ese equilibrio, encontrarle sentido y propósito a lo que hacemos se vuelve esencial; sentirnos conectados con el trabajo, entender cómo aportamos y que esto tenga reconocimiento en nuestra organización, hoy es vital.
Si los trabajadores no se sienten conectados con ese propósito, si no encuentran cuál es su aporte y además no se sienten bien reconocidos por lo que hacen inicia la renuncia silenciosa: Una limitación de los trabajadores a solamente realizar sus tareas y a ajustarse a la jornada laboral estrictamente acordada, aportando solo el mínimo requerido en su contrato laboral.
De acuerdo a informes a nivel global como Gallup se revela que el 59% de los trabajadores no están comprometidos y se calcula que el bajo nivel de compromiso está costando a la economía mundial casi US $8,8 trillones. Cuando se preguntaron las causas de esta desmotivación, sorprende que la mayoría de las respuestas no hacían referencia al salario, sino a cuestiones como más autonomía, objetivos claros y reconocimiento por sus contribuciones.
Por eso es que los programas de lealtad y reconocimiento se han vuelto una iniciativa clave e importante para la estrategia de cualquier organización, hay que lograr conectar con la motivación de las personas, crear vínculos y cultura, no solo por la satisfacción de tener colaboradores más felices, sino porque los beneficios de esto son realmente multiplicadores para las empresas.
Cuando las empresas reconocen explícitamente a sus colaboradores y trabajan de manera más cercana comunicando mejor su propósito, apoyando la labor de cada colaborador y activando mecanismos que contribuyen a esa cultura de reconocimiento, obtienen hasta un 43% más de eficiencia y efectividad en el alcance de sus objetivos.
Hoy la tecnología resulta ser un aliado en este campo. Existen plataformas dedicadas a apoyar esta gestión de manera simple, con canales dedicados para mantener una comunicación abierta, conectar con cada colaborador, activar campañas y formaciones en línea, además de aportar visibilidad del nivel de participación y compromiso de cada persona dándole información clave a la organización para activar iniciativas de acuerdo a cada situación.
Actualmente, vemos que Chile tiene un nivel de compromiso (engagement) de sus colaboradores con las empresas que llega al 53,5%, según un estudio de Apprecio, más bajo que otros países como Colombia y Perú que llegan al 84% y 64% respectivamente.
En ese sentido, el 67% de los trabajadores estima que seguirá trabajando en su mismo empleo dentro de los próximos cinco años, mientras que el 16% cree que no seguirá desempeñando labores en la misma compañía en ese periodo.
De igual forma, los trabajadores mantienen un optimismo mayoritario respecto al futuro de su lugar de trabajo, ya que estiman que, dentro de los próximos cinco años, su compañía tendrá una situación mucho mejor que la actual.
Por eso, la búsqueda de estímulos para fomentar la fidelización entre colaboradores y empresas será esencial para generar un ambiente adecuado desde el punto de vista laboral y contribuir a ese equilibrio que estamos persiguiendo cada vez más como seres humanos.
Aún hay mucho por avanzar en ese aspecto, pero ya se empieza a trazar el camino para que las organizaciones puedan hacer cada vez un trabajo más profundo en estos aspectos.