La gestión pública en momentos de crisis requiere elementos específicos para lograr resultados. En ese escenario considero que hay tres aspectos fundamentales que pueden servir de base para ejecutar acciones coherentes. Los mencionados aspectos son: el ejemplo global, el manejo de la tecnología y el rol de las nuevas generaciones. En el artículo desarrollo los tres temas.
Ejemplo global
Considerada por el Financial Times como “la gerente de las crisis”, Angela Merkel es un caso de éxito en la toma de decisiones en la gestión pública. Lleva 14 años como primera ministra del gobierno alemán, y ha enfrentado a lo largo de los años diversas crisis, como la crisis económica de 2008 o la crisis de refugiados en 2015. En su país es reconocida por la eficiencia y eficacia no solo en momentos estables sino principalmente en tiempos complejos e inciertos como las crisis mencionadas, y en este momento en su manejo en el escenario de pandemia.
Quienes la criticaban como gerenta apolítica ahora reconocen en ella que afronta los problemas con estrategias y pasos pragmáticos, lo que permite la solución de los problemas que enfrenta, así como aceptan su capacidad para ser líder en épocas de crisis.
¿Cuál es el estilo de Merkel? Sus decisiones se basan en evidencia. Está informada por equipos de distintas disciplinas, aplica la máxima transparencia sobre los problemas y las acciones del gobierno, esto genera activo consenso social lo que expresa confianza en el pueblo y comunica de manera empática con los ciudadanos.
Con relación a la actual crisis generada por el COVID-19 el gobierno que dirige cuenta con destacados científicos en salud pública, gerencia sanitaria, infectología, psicología social, ética, economía, y otras ciencias empresariales que le han permitido identificar de manera temprana la dimensión del problema nacional y global. Y toma decisiones al margen de cálculos políticos, de manera coherente y coordinada, sacando adelante medidas para reducir los efectos económicos tanto para las empresas como para los trabajadores, logrando consensos en el debate parlamentario.
En la actualidad, el 89% de los alemanes respalda la gestión de la crisis del COVID-19 por parte de su gobierno. Cuenta con un 74% de aprobación siendo la líder mejor valorada de Alemania. Incluso muchos ciudadanos piden un cuarto mandato de Angela Merkel.
Manejo de la tecnología
En estos días, los gobernantes de los diversos países (todos afectados por la pandemia) están encargados de la compleja tarea de conseguir recursos financieros que eviten un caos económico y que permitan enfrentar la actual crisis de salud al mismo tiempo. Ello implica que los recursos deben ser asignados y usados de manera eficaz y eficiente. Dentro de ese aspecto la tecnología cumple un rol relevante para manejar e incrementar la información, así como para mejorar el control de estos recursos.
Es altamente complicado reducir los riesgos de corrupción en situaciones de crisis. Las soluciones dependen de la solidez y de la gestión institucional de cada país y deben contar por ejemplo con requisitos de información sobre beneficiarios finales sean ellos empresas o ciudadanos, con buenas prácticas de auditoría y fiscalización, que no queden solo en papel, sino que se apliquen e incluso con equipos de especialistas que controlen el uso de los recursos asociados a las crisis, entre otros diversos aspectos.
En este contexto, las herramientas tecnológicas son una manera de atender el desafío de la crisis con integridad partiendo de la transparencia y la rendición de cuentas de modo que los ciudadanos pueden acceder a información real sobre la utilización de los recursos.
El manejo de la tecnología e información real (estadísticas actualizadas) permitiría un mayor control en la aplicación de recursos (por ejemplo, presupuestos asignados a la crisis) en la gestión pública.
El rol de las nuevas generaciones
El tercer aspecto a considerar en la gestión pública es el rol de las diversas generaciones. Existen diversas clasificaciones, pero con la que más me identifico es aquella que indica baby boomers, nacidos entre 1940 y 1959, la generación X, entre 1960 y 1979, y la generación Y (millennials) nacidos entre 1980 y 1999.
El punto de encuentro entre las tres generaciones actualmente en el mundo laboral es complicado. Las dos primeras no parecen responder con la misma velocidad a los cambios que la generación millennial, que se considera una generación digital. Esta nueva generación ve la política de una manera distinta, siendo más exigente, aunque también volátil. A nivel global algunas encuestas indican que un buen porcentaje de los millennials son políticamente independientes o indecisos. No creen en los partidos. Usan tecnología para informarse políticamente, para denunciar, para debatir, para todo. Si bien los millennials son críticos e inconformistas, prefieren participar y decidir, aunque todavía no están realmente seguros de la forma y el motivo. Para proporcionar un punto de encuentro entre las tres generaciones es pertinente la existencia de espacios de diálogo entre ellos para que el aporte de cada grupo sea en beneficio del país, y que la gestión pública aproveche las ventajas que aporta cada generación, por ejemplo, la vocación de servicio y experiencia de muchos ejecutivos públicos de la generación baby boomers y X y el manejo digital y enfoque crítico de los millennials.
En síntesis, tres elementos relevantes en la gestión pública, asociados a globalización (ejemplo global), tecnología (su manejo) y demografía (rol de las generaciones).